En un encuentro cargado de expectativas, Atlético Nacional se enfrentó a La Equidad en El Campín, con una multitud de más de 17.000 hinchas llenando las tribunas bogotanas.
Sin embargo, el resultado no favoreció al equipo antioqueño, que sufrió una derrota por 2-0, sumando otro tropiezo en la Liga I 2024 del fútbol profesional colombiano.
La situación se ha vuelto crítica para el tradicional equipo verde, especialmente después de la renuncia del técnico Jhon Jairo Bodmer tras la derrota en la Copa Libertadores frente a Nacional paraguayo.
Esta nueva caída ha generado un aumento en los mensajes de inconformismo por parte de los aficionados, quienes expresan su descontento desde diversos frente y con mensajes directos a los dueños por un proyecto que dicen nunca existió y que la realidad demuestra que es cierto. Hoy un hincha, que se espera se sancionado de por vida, entró a la cancha a amenazar los jugadores, una situación que ya provocó la salida de Bodmer y que parece un mal sin remedio de los verdolagas.
Nacional no tiene un DT en propiedad estable que consolide lo que dicen es construir un equipo con base en los canteranos. Cada nuevo DT resulta peor que el anterior y los canteranos tampoco responden, no son los cracks que creen tener.
Esta nueva derrota deja a Nacional con la necesidad de replantear su futuro y decidir si se continúa manejando como un equipo grande o se deja como un emprendimiento familiar al vaivén de decisiones más estomacales que deportivas.
