La novela sobre porqué Colombia perdió la sede de los Juegos Panamericanos, que se iban a realizar en Barranquilla en el 2027, apenas se comienza a escribir. La principal protagonista de esta historia, con tintes políticos, es Astrid Rodríguez la actual ministra del Deporte.
Llegó al ministerio a comienzos del año pasado en reemplazo de María Isabel Urrutia, que salió en medio de un escándalo por contratación que hoy es investigado por la fiscalía general de la Nación. Rodríguez, es licenciada en educación física de la Universidad Pedagógica Nacional, donde llevaba más de diez años trabajando como profesora, sin ninguna experiencia política, como tampoco como funcionaria pública. Nunca había ocupado un cargo en el sector público.
Desde su llega al ministerio ha enfrentado una serie de polémicas por su inexperiencia, tanto política como administrativa. Uno de ellas tiene que ver en las condiciones deplorables en que se encuentra en centro de alto rendimiento para los deportistas élite del país. A pesar de las múltiples denuncias y a los anuncios hechos por eta cartera, no ha sido posible tener una solución a la mano, a pesar de los 19 mil millones de pesos que se tenían previstos para su remodelación.
Pero el tema más delicado y que le estalló en las manos a la ministra Rodríguez, tiene que ver con la pérdida de la sede de los Juegos Panamericanos que se iban a realizar en el año 2027 en la ciudad de Barranquilla.
La razón de la pérdida ha sido una sola: Colombia incumplió el pago de los cuatro millones de dólares que se había comprometido a desembolsar el pasado 31 de diciembre a la empresa Panam Sport, encargada de toda la parte administrativa de los Juegos y que es filial del Comité Olímpico Internacional.
Una carta, publicada este viernes por la W Radio, deja en claro que había un compromiso previamente adquirido entre el Ministerio del deporte y Panam Sport para girar los dineros y que no se cumplió.
En la carta también se determina que Panam Sport le dio al país un plazo de 90 días para pagar los 8 millones de dólares del acuerdo pactado para poder realizar los juegos en Barranquilla. Cuatro de ellos se pagarían el 31 de diciembre y los otros cuatro antes del 30 de enero.
Pero la ministra Rodríguez no cumplió con el acuerdo. Por esa razón Panam Sport canceló la sede para Colombia, porque no vio voluntad real por parte del Gobierno Nacional de cumplir los acuerdos que se venían trabajando desde el gobierno pasado.
Pero lo que no queda claro, de acuerdo con los documentos oficiales publicados por la W, es que la ministra Rodríguez, reitera a Panam Sport que “los 8 millones de dólares los tiene el Ministerio, los cuales deben ser girados en diciembre” y propone al Comité Olímpico Colombiano como operador transitorio para girar los recursos.
¿Decisión política?
Entonces, ¿qué llevó a la ministra Rodríguez a incumplir el acuerdo y que de paso se perdiera la sede de los juegos? Hay dos versiones en los pasillos políticos. Uno, la inexperiencia y negligencia de la ministra en el proceso del trámite de los recursos y de no dar las alarmas a tiempo que no alcanza hacer el giro antes de finalizar el año.
El otro, el político. El que coge cada día más peso. Una orden directa del presidente Petro de no continuar con el proceso de la realización de los juegos. Ya el mandatario había intervenido unos meses atrás cuando pidió que los juegos no deberían tener una sola sede, sino se debería extender a otras ciudades de la Costa Atlántica.
Y esa decisión política está muy relacionada con la pésima relación entre el Petro y el clan Char. Donde hay temas que han sido duelos políticos sin posibilidad de reconciliación. En la mesa está el tema de Nicolás Petro. Su exesposa terminó arropada por la exgobernadora Elsa Noguera, muy cercana a los Char.
Igual ocurre con la deportación de Aida Merlano, para los Char ha sido una jugada política de Petro que, aprovechando su cercanía con el presidente Maduro, logró que la expolítica regresara al país. Desde su llegada prendió el ventilador y uno de los primeros damnificados ha sido el exsenador Arturo Char, hoy detenido y afrontando un proceso penal.
La ministra Rodríguez, muy posiblemente será el fusible que quemará el gobierno antes de someterse a una moción de censura por el tema del manejo de la sede para los Juegos Panamericanos. O Petro, acostumbrado a las batallas políticas, la mantendrá en el cargo contra viento y marea.
