La ciudad de Santos se sumió en el caos luego del histórico descenso del Santos FC, el primer descenso en los 115 años de historia del equipo. La derrota en casa por 1-2 ante Fortaleza provocó una serie de actos vandálicos, incluido el incendio de cuatro vehículos, entre ellos un autobús, como manifestación de la disconformidad de los fanáticos.
Las impactantes imágenes fueron captadas por transeúntes y seguidores del equipo, mostrando la violencia desencadenada en las calles cercanas al Estadio Urbano Caldeira o Estádio Vila Belmiro. A pesar de los disturbios, no se han reportado heridos ni víctimas mortales, ni enfrentamientos significativos entre seguidores.
El descenso del Santos FC, equipo que ha sido hogar de leyendas del fútbol como Pelé y Neymar, marca un hito doloroso para la afición. La frustración se desbordó en acciones destructivas, reflejando la pasión y la intensidad que el fútbol puede provocar en los fanáticos. Estos actos se han manifestado en diversos destrozos y, lamentablemente, en la incineración de vehículos, entre ellos el automóvil del colombiano Stiven Mendoza.
Mendoza, reconocido por su participación en la Selección Colombia y su paso por el América de Cali, fue testigo desde el banquillo, como suplente en el partido ante Fortaleza este miércoles, junto al también colombiano Alfredo Morelos.
Las autoridades locales se encuentran evaluando la situación y tomando medidas para restaurar la calma en la ciudad. El descenso del Santos FC representa un desafío significativo para el equipo y sus seguidores, quienes ahora enfrentarán la realidad de competir en la Serie B de Brasil en la próxima temporada.
