El inicio del 2024 trae consigo la tradicional "cuesta de enero", un fenómeno económico marcado por ajustes y alzas que afectan las finanzas personales. En esta ocasión, se destacan los incrementos en el precio de la gasolina corriente, tarifas de peajes y arriendos de inmuebles. Estos ajustes, aunque ligados a la inflación, impactan directamente en la capacidad de compra de los consumidores.
A continuación, se detallan los principales cambios y se ofrecen sugerencias sobre cómo afrontar esta situación.
Incremento en el precio de la gasolina: El Gobierno Nacional anunció un aumento de $600 en el precio de la gasolina corriente para enero de 2024. Este incremento sitúa el costo promedio del galón en $15,160. Las ciudades principales experimentan variaciones, siendo Villavicencio la región con el precio más alto y Pasto la más económica para tanquear.
Ajuste en las tarifas de peajes: Las tarifas de peajes sufrirán un aumento del 13,12 %, reflejando la inflación del 2022. La medida aplicará para casetas a cargo del Instituto Nacional de Vías (Invías) y la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI). Este ajuste se implementará entre el 3 y el 18 de enero.
Incremento en los arriendos de inmuebles: El aumento en los arriendos está vinculado a la inflación y se conocerá oficialmente el 9 de enero con la publicación del Índice de Precios al Consumidor (IPC) del 2023 por parte del Dane. Según la normativa, los incrementos solo se aplicarán al renovar contratos firmados con anterioridad.
Cómo afrontar la cuesta de enero:
Presupuesto detallado: Evalúe sus gastos y priorice necesidades. Establezca un presupuesto detallado que incluya las nuevas tarifas.
Ahorro y previsión: Anticipe posibles gastos y ahorre para hacer frente a las alzas. Planificar con antelación puede ayudar a suavizar el impacto financiero.
Negociación en arriendos: Si se enfrenta a un aumento en el arriendo, considere la posibilidad de negociar con el arrendador para llegar a un acuerdo justo.
Eficiencia en consumo: Busque maneras de optimizar el consumo de gasolina y reducir gastos superfluos. La eficiencia en el uso de recursos puede aliviar la presión financiera.
La cuesta de enero, aunque inevitable, puede manejarse con estrategias financieras y previsión. La clave está en una planificación cuidadosa y en la adaptación a los cambios económicos estacionales.