El aumento del salario mínimo en Colombia será del 9,54 %, a partir del 1 de enero de 2025, ubicándose en 1.423.500 pesos, más el subsidio de transporte de 200.000 pesos, para un total de 1.623.500. Este anuncio ha generado una amplia discusión entre empresarios, sectores políticos y el gobierno.
Bruce Mac Master, presidente de la Asociación Nacional de Empresarios e Industriales (ANDI), cuestionó la medida al considerar que puede traer consecuencias negativas para la economía del país. “Las decisiones populistas terminan siendo fiesta de pocos días y hambre hacia el futuro”. Según Mac Master, medidas de este tipo incrementan los costos fiscales y perjudican a los más vulnerables a largo plazo.
En un pronunciamiento previo, ya había advertido sobre los posibles impactos del aumento del salario mínimo. Indicó que “anuncios que mucha gente puede celebrar” suelen traducirse en “más pobreza, menos desarrollo y más desempleo” en el futuro. En su opinión, este tipo de políticas no son nuevas y sus resultados suelen ser perjudiciales.
Ante esos comentarios, Gustavo Petro respondió directamente a las declaraciones de Mac Master, defendiendo el aumento como un estímulo para el crecimiento económico. “El salario mínimo sí hace crecer la economía, no al contrario, no es con trabajadores esclavos como la economía de un país crece”, manifestó Petro, calificando los argumentos en contra de la medida como “una soberana y profunda mentira”.
En paralelo, el mandatario también respondió a críticas de la periodista y candidata presidencial Vicky Dávila, asegurando que el incremento beneficia a los sectores populares y que “el año 2024 será favorable” para estos grupos. Además, comparó su decisión con el aumento del salario mínimo en 2022, durante el gobierno del presidente Iván Duque.
Petro aseguró que “Duque al subir el salario 10 % para el 2022 enfrentó ese año una inflación de 13 %, es decir, hizo bajar el salario mínimo real -3 %”. En contraste, destacó que con el aumento del 9,54 % proyectado para 2025 y una inflación esperada del 3 %, el salario mínimo real crecerá un 6,54 %.
Por su parte, Rodolfo Correa, presidente de la Asociación Colombiana de Micro, Pequeños y Medianos Empresarios (Acopi), expresó su preocupación sobre el efecto del aumento en los costos laborales de las pequeñas empresas. Según Correa, la medida “implicará que no se puedan generar nuevos empleos” y podría poner en riesgo puestos existentes. También advirtió que esto podría intensificar la informalidad laboral, que ya supera el 60 % en el país.
Correa señaló que solo 3,7 millones de trabajadores en Colombia devengan el salario mínimo, mientras que una gran parte de la población laboral gana menos. Además, mencionó que el aumento con el porcentaje realizado podría dificultar el cumplimiento de las metas inflacionarias del gobierno y generar tensiones en el presupuesto estatal, aumentando la presión sobre la economía nacional.
En contraparte, el presidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), Fabio Arias, apoyó el porcentaje del aumento porque lo considera del 12 % con respecto al año pasado, al sumar el salario base con el subsidio de transporte. "Es una forma de ir reduciendo la grave brecha salarial que los gobierno neoliberales y pro empresariales nos dejaron".
