Con la llegada inminente de la Semana Santa en Colombia, una celebración de profundo arraigo religioso, los preparativos para esta época única del año comienzan a tomar forma en hogares y comunidades a lo largo del país. La Semana Santa no solo es un momento de reflexión y conmemoración para los creyentes católicos, sino que también marca un período en el que las tradiciones culinarias adquieren un significado especial, especialmente en lo que respecta al consumo de alimentos.
Una de las prácticas más arraigadas durante la Semana Santa es la abstinencia de carne roja, una norma que muchos fieles siguen con fervor. Este gesto simbólico, que recuerda el sacrificio de Jesús durante su crucifixión, ha llevado a que el pescado se convierta en el protagonista indiscutible de los platos en esta época del año.
En Colombia, país de abundantes recursos naturales y una riqueza marina notable, el pescado despierta un interés especial durante la Semana Santa. Según datos proporcionados por diferentes fuentes, como la Autoridad Nacional de Acuicultura y Pesca (AUNAP), el consumo per cápita de pescado en Colombia está por debajo del promedio mundial, ubicándose en aproximadamente 9 kilogramos por año. Esta cifra contrasta con naciones donde el consumo de pescado es considerablemente mayor, como Islandia con 90 kilogramos por año, Corea del Sur, Portugal, Noruega y Japón con más de 55 kilogramos por año, y países europeos como España, Finlandia y Francia que superan los 35 kilogramos anuales.
La ministra de Agricultura,
, afirmó desde Corabastos que las previsiones para la Semana Mayor se basan en los datos proporcionados por el Dane, que revelaron un incremento del 37,8% en el sector durante el último trimestre de 2023. Además, se destacan las estimaciones optimistas, dado que en el primer trimestre de 2023 el sector experimentó un crecimiento del 11,1%, y a lo largo del año, del 1%. El Ministerio de Agricultura también informó que entre enero y septiembre de 2023, las exportaciones de tilapia y trucha aumentaron un 8% en volumen y un 21% en valor, mientras que las exportaciones de camarón crecieron un 26% tanto en volumen como en valor.
A pesar de la disponibilidad de una amplia variedad de especies marinas en Colombia, incluyendo aquellas provenientes del Pacífico y el Caribe, así como de ríos como el bagre y el nicuro, la producción nacional anual de pescado alcanza las 190.000 toneladas, lo que representa apenas la mitad del mercado nacional, que asciende a unas 350.000 toneladas anuales. La acuicultura ha ganado terreno en los últimos años y ahora constituye más del 50% de la producción pesquera nacional, superando a la pesca industrial y artesanal.
Sin embargo, a pesar del potencial que ofrece la costa pacífica colombiana, la explotación de sus recursos pesqueros está significativamente subutilizada. La pesca artesanal, en particular, se ve afectada por diversos factores, incluido el alto costo del combustible en las regiones costeras. Se estima que solo se está capturando una fracción de las toneladas disponibles en esta región, lo que representa una oportunidad desaprovechada para el país.
El Pacífico colombiano no solo es una fuente de riqueza en términos de recursos pesqueros, sino que también alberga una diversidad de cultivos y actividades económicas, desde la agroindustria hasta el turismo. Sin embargo, estas regiones enfrentan desafíos significativos en términos de pobreza, con índices que superan el doble del promedio nacional. La inversión en proyectos pesqueros en la Costa Pacífica podría no solo contribuir a la seguridad alimentaria del país, sino también a la creación de empleo y al desarrollo económico de estas comunidades marginadas.
Durante la Semana Santa, los precios del pescado en lugares como Corabastos, la principal central de abastos de Bogotá, experimentan fluctuaciones significativas. Es importante tener en cuenta estos valores al planificar los menús para las celebraciones religiosas. Entre las especies más demandadas durante esta época se encuentran el bagre, la mojarra, el camarón y el pescado seco, cuyos precios pueden variar según la oferta y la demanda del momento.
Bagre dorado: precio por kilo $ 28.000
Bocachico: precio por kilo $ 11.000
Camarón tigre: precio por kilo $ 34.000
Filete de merluza: precio por kilo $ 54.000
Filete de róbalo: precio por kilo $ 54.000
Mojarra de mar: precio por kilo $ 13.000
Mojarra o tilapia roja: precio por kilo $ 12.000
Pescado seco: precio por kilo $ 32.000
Trucha arcoíris: precio por kilo $ 21.000.
En resumen, la Semana Santa en Colombia no solo es un momento de reflexión espiritual, sino también una oportunidad para explorar y aprovechar los tesoros que el mar y los ríos del país tienen para ofrecer. Promover el consumo de pescado durante esta época no solo es una tradición arraigada, sino también una oportunidad para impulsar la economía y apoyar a las comunidades costeras que dependen de la pesca para su sustento.