La deforestación de la Amazonía es el mayor problema ambiental de América Latina y detenerla será el mayor aporte de la región a la acción climática mundial, un tema para el que se requiere mayor coordinación, la aplicación de la ley y soluciones de mercado para financiar y dar soluciones a sus pobladores.
Así lo afirmó el expresidente de Colombia Iván Duque en los márgenes de la Cumbre del Clima de las Naciones Unidas (COP28), a donde acudió para participar en varias mesas redondas y para presentar su libro 'Nuestro Futuro, un manifiesto verde para América Latina y el Caribe', "una propuesta a la acción" para que la región pase a ser "parte importante de la solución" al cambio climático y no una de las más afectadas.
Según indicó Duque, la deforestación del mayor bosque tropical del mundo es un problema acuciante y dramático, que supone "una base de partida de que si ésta (la deforestación) fuera un país, sería el segundo mayor emisor de gases efecto invernadero" del planeta.
"Tenemos cultivos ilícitos, tenemos el tráfico de especies, tenemos también agricultura ilegal, que extiende la frontera agrícola ilegalmente...Nos toca combinar las herramientas (de la región), se necesita también el imperio la ley, pues muchos de los delitos ambientales no tienen sanciones, pero por otro lado tenemos que llevar soluciones de mercado basadas en la naturaleza", resumió Duque.
El reto es acuciante, ya que la Amazonía "en los últimos 40 años ha perdido el equivalente al tamaño de Francia y Alemania en conjunto por la deforestación y esa tasa deforestación se mantiene", subrayó Duque, para añadir
"Veo la Amazonía convirtiéndose no ya en un muro de contención, sino en un emisor neto, tal vez en menos de 10 años".
"Por eso, la tarea de llegar a deforestación cero es urgente y requiere una amplia coordinación (...) si llevamos esto a cero, estaremos resolviendo el 47 % de las emisiones" de la región, que son derivadas del "mal uso de la tierra", dijo.
Financiación
A su juicio, la necesidad de dinero para abordar esta crisis puede resolverse con temas como la promoción de cultivos de productos de la zona, lograr encadenamientos productivos, otorgar responsabilidades de cuidado ambiental a las comunidades locales "y también con créditos de biodiversidad".
"Tener espacios protegidos conservados también puede ser compensado. He planteado aquí en la COP -detalló- que aquí se habla mucho del precio justo del carbono, pero esa conversación se ha quedado en el Norte Global y está dejando rezagados a muchos de los países que han sido afectados por esta ebullición climática".
"Si se habla de impuestos al carbono en los países ricos, pues sería importante que una parte de lo que se recauda sea para los países en desarrollo", añadió.
También "hay que buscar soluciones" para resolver el problema del alto endeudamiento de los países de la región, que tienen "un limitado espacio fiscal para invertir en acción climática".
"Se necesitan soluciones de mercado y por eso los créditos de carbono y créditos de biodiversidad, que se garantice su integridad a cambio de compensación, eso sigue siendo tal vez el vehículo más eficaz", añadió.
Duque descartó, por otra parte, que el negacionismo climático vaya a ser un problema para encontrar soluciones, en referencia a la inminente investidura de Javier Milei, un político que no cree en el cambio climático, como presidente de Argentina.
El exmandatario colombiano, que respaldó Milei en su apuesta electoral, indicó que "la perseverencia" a la hora de transmitir que la amenaza climática es "inminente" tendrá éxito.
"La evidencia es contundente. Argentina tiene un papel importante para jugar no solo por sus ecosistemas, su área de bosques... Y también tiene un papel para jugar en la protección de la Antártida. Ojalá podamos seguir llevando ese mensaje para que el negacionismo sea derrotado y tener una Argentina que sea líder en la acción climática del continente", culminó.