Aunque el año pasado esa tasa creció sólo en tres países (Argentina, Ecuador y Chile) con respecto a 2021, en la mayoría de los que bajó, lo hizo levemente, no porque no se haya generado empleo, sino porque la recuperación laboral tras la pandemia "ha sido fuertemente traccionada por el aumento de las ocupaciones informales", como destaca la OIT en el informe "Panorama Laboral 2022".
De hecho, los empleos informales representaron entre el 40 % y el 80 % de los empleos generados entre el tercer trimestre de 2020 y el mismo periodo de 2022, añade el organismo, que, junto a la CEPAL, ha puesto de manifiesto cómo la tasa de informalidad regional se mantiene en niveles prepandémicos.
La OIT define a los trabajadores informales como ocupados que "no están reconocidos, registrados, regulados ni protegidos por la legislación laboral ni la protección social", tanto los que trabajan por cuenta propia, como los asalariados.
Crecimiento y formalidad, dos caras de una misma moneda
El secretario ejecutivo de la CEPAL, José Manuel Salazar, ha explicado en una entrevista a EFE que al analizar la trayectoria de un fenómeno "tan estructural como la informalidad" junto a los niveles de crecimiento a largo plazo, "hay malas noticias".
Sólo esta década, entre 2014 y 2024, el crecimiento promedio regional será del 0,8 %, menor al de la década perdida de los ochenta (2 %), por lo que se prevé una reproducción de "círculos viciosos" de aumentos en la desigualdad, pobreza e informalidad, ha precisado el secretario.
"Los trabajadores informales tienen entre tres y cuatro veces más probabilidades de ser pobres que los trabajadores formales", sostuvo la delegada regional de la OIT, Claudia Coenjaert, al presentar el informe "Panorama laboral 2022".
En América Latina, la región más desigual del mundo, la informalidad afecta más a los pueblos indígenas, los afrodescendientes, las mujeres y los jóvenes, quienes acceden a empleos precarios, por lo que "crear empleos decentes" puede ser una "llave maestra" contra la desigualdad, ha sugerido la CEPAL en un estudio de 2023.
Por su parte, la OIT ha previsto este año un crecimiento del empleo formal en la región de solo un 1 % en 2024, además de "un aumento de los puestos informales", debido a la ralentización de la economía, que, según la última previsión del Banco Mundial, crecerá el 2 % en 2023 y el 2,3 % en 2024.
En Colombia crece la formalidad
Al contrario del resto de países, tras la pandemia, Colombia ha recuperado más puestos de trabajo formales, de forma que el empleo sumergido se situó en el 56 % entre mayo y julio de 2023, 1,9 puntos menos que en 2022, según el departamento de estadísticas.
La OIT y la CEPAL han destacado a Colombia como el país con mayor reducción de la informalidad también en 2022, con la particularidad de un alto porcentaje de autónomos, con unos seis millones de micronegocios, y sobresaliendo el sector agrario, la hostelería y el comercio.