Ecopetrol informó que, en horas de la tarde del 24 de noviembre, miembros del Movimiento Político de Masas Social y Popular del Centro Oriente de Colombia ingresaron de manera no autorizada a la planta de Gibraltar, situada en la zona rural de Toledo, Norte de Santander. El hecho obligó a la empresa a suspender las operaciones, afectando la distribución de 38 millones de pies cúbicos diarios de gas natural.
El cese de actividades en la planta impacta el abastecimiento de gas a municipios de los departamentos de Santander y Norte de Santander, así como a la refinería de Barrancabermeja. Frente a esta situación, Ecopetrol señaló que ha puesto en marcha un plan de contingencia junto con las distribuidoras de gas para reducir las afectaciones en el suministro a las comunidades y sectores industriales afectados.
Según la empresa, la seguridad de 22 trabajadores presentes en las instalaciones durante la toma estuvo en riesgo. Los empleados lograron salir del lugar horas después de que se iniciara la ocupación. Ecopetrol reiteró la importancia de garantizar la seguridad del personal como prioridad en este tipo de situaciones.
En un comunicado oficial, Ecopetrol expresó su rechazo frente a la ocupación de la planta y exhortó a los manifestantes a utilizar el diálogo como herramienta principal para la resolución de conflictos. “Reiteramos nuestro compromiso con la promoción y el respeto de los derechos humanos”, señaló la compañía.
El hecho pone en evidencia la persistencia de tensiones en territorios donde operan infraestructuras clave para la distribución de recursos energéticos, y abre un nuevo debate sobre los impactos de las movilizaciones sociales en el sector energético.
