
Monte Manglar se ha convertido en un referente en la producción de destilados artesanales en Colombia gracias a la colaboración entre Fugitivos y la familia González Lafaux. La iniciativa tiene como objetivo preservar y formalizar la tradición del viche, un destilado ancestral originario del Pacífico colombiano. La asociación permite que la comunidad mantenga el 60% de la propiedad de la marca, asegurando autonomía y beneficios para sus integrantes.
Ruperto González Biojó, maestro vichero de Tumaco con más de 40 años de experiencia, lidera la producción de Monte Manglar. Junto a su hijo Eduardo González Lafaux, han recibido inversión y capacitación de parte de Fugitivos, que incluye la construcción de una microdestilería en Soledad Curay, cumpliendo con estándares de Buenas Prácticas de Manufactura. Este esfuerzo ha generado empleos y fortalecido la infraestructura productiva local.
Desde su creación, Monte Manglar ha trabajado en estricta alineación con las leyes que protegen al viche como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Nación. La marca busca equilibrar la preservación de prácticas ancestrales con la integración de normas y controles de calidad. Cada lote pasa por pruebas en laboratorios certificados para garantizar la seguridad y autenticidad del producto.
Durante el último trimestre de 2024, Monte Manglar reportó un crecimiento del 5% en ventas comparado con el mismo período del año anterior. La marca planea continuar fortaleciendo la formalización del viche y su expansión en el mercado, estableciendo alianzas estratégicas con distribuidores que permitan un crecimiento responsable.
Juan Sebastián Salinas, cofundador de Fugitivos, destacó la importancia de encontrar un balance entre tradición e innovación para posicionar al viche en el mercado nacional e internacional. La visión de Monte Manglar y sus socios busca generar un impacto positivo en las comunidades y promover el orgullo cultural colombiano.