El presidente Gustavo Petro, sigue en Dubái en la Cumbre del Clima, COP28, en donde ha reiterado en varias oportunidades que se necesita reemplazar los combustibles fósiles en el planeta. Y enfatizó que el país ya ha dejado de firmar nuevos contratos en materia de exploración de hidrocarburos.
"Esto es de intenso debate en Colombia. No significa que nos quedemos sin el petróleo y sin el carbón, pues ya hay carbón, petróleo y gas en explotación y ya hay muchísimos contratos de exploración firmados antes en vigencia", dijo el mandatario.
“El hecho de que la decisión política sea no firmar nuevos contratos de exploración significa que hemos puesto un límite en el tiempo", que es la transición hacia una economía descarbonizada en la que está comprometido el país como senda para estabilizar la temperatura del planeta y afrontar la crisis climática, sostuvo.
Petro expuso ante inversionistas internacionales, académicos, ambientalistas, filántropos y representantes gubernamentales, presentes en el stand, que el objetivo del país, bajo el Gobierno del Cambio, "es reemplazar progresivamente las divisas fósiles –basadas en la exportación de carbón y petróleo– por divisas limpias generadas por actividades descarbonizadas o bajas en carbono".
Señaló que turismo verde, energías limpias, reindustrialización, transformación del campo, movilidad limpia, generación de conocimiento y educación, conectividad y fibra óptica y biodiversidad y protección ambiental se destacan dentro de las actividades priorizadas en el portafolio de Colombia.
Dichas actividades “son fundamentales en la transición hacia la descarbonización, en la cual nos podrían ayudar Estados y organizaciones filantrópicas", enfatizó.
Igualmente, señaló que Colombia "tiene la potencialidad de exportar energías limpias, como la eólica y la solar, al igual que el hidrógeno verde, aprovechando la disponibilidad de viento, agua y sol en territorios como La Guajira, lo mismo que las ventajas en posibilidades de transporte de esas energías limpias por barco o red eléctrica".
“Esto significa una infraestructura" en la que podría participar la inversión internacional, bajo principios como la asociatividad y las comunidades energéticas, para que las ganancias beneficien a la población, subrayó.