El presidente Gustavo Petro anunció recientemente la prohibición de exportaciones de carbón a Israel, argumentando que esta medida busca evitar la inyección de recursos que puedan prolongar el conflicto en esa región. Sin embargo, esta decisión ha suscitado una fuerte reacción por parte de la Asociación Colombiana de Minería y otras entidades.
En el primer cuatrimestre del año, las exportaciones de Colombia alcanzaron los US$15.707,4 millones, de los cuales las ventas a Israel representaron 0,6%, sumando US$101,7 millones. La prohibición de estas exportaciones afectará significativamente los ingresos del país, con una pérdida estimada en $650.000 millones. De este total, al menos $100.000 millones corresponden a recursos destinados a las regiones de La Guajira y el Cesar, áreas clave para la producción de carbón.
La prohibición de exportaciones no solo afecta los ingresos nacionales, sino que también tiene un impacto directo en las regiones productoras de carbón. La Guajira y el Cesar dependen en gran medida de los recursos provenientes de la minería. Estos fondos son vitales para el desarrollo social y económico de estas áreas, que ahora enfrentarán desafíos adicionales debido a la reducción de ingresos.
Según el más reciente reporte de exportaciones del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), en abril de 2024, Colombia exportó US$645,7 millones en carbón, de los cuales el 34,4% (US$222 millones) se embarcaron en ese mes. Estas cifras reflejan la importancia del carbón en la economía colombiana y subrayan el impacto potencial de la nueva medida gubernamental.
En 2023, las exportaciones totales de Colombia alcanzaron los US$49.542,9 millones, con US$499,2 millones destinados a Israel, representando el 1% del total. En 2022, las exportaciones a Israel fueron aún más altas, alcanzando US$1.075,3 millones de un total de US$56.910,1 millones. Estos datos históricos resaltan la relevancia de Israel como socio comercial para Colombia.
El gremio minero ha hecho un llamado a la reflexión sobre las implicaciones de esta medida. "En una coyuntura económica compleja como la actual, con los bajos niveles de recaudo y profundas necesidades en materia de inversión social, es indispensable ponderar con responsabilidad la viabilidad de este tipo de medidas y los diversos factores que entran en juego", enfatizó Nariño.
