El cambio climático es una de las razones por las que buena parte del mundo se ha visto en la necesidad de pasar a una transición energética principalmente en lo que se refiere a movilidad, cada vez más personas prefieren aquellos vehículos que funcionan con energías limpias como gas, biocombustibles, combustibles sintéticos, eléctricos, híbridos o a base de hidrógeno.
En esta transición, Colombia viene jugando un papel protagónico en América Latina, cifras de la Asociación Nacional de Movilidad Sostenible, Andemos, indican que nuestro país es el que más vehículos eléctricos tiene circulando en América Latina, con cerca de 10.000 unidades.
Más allá de un tema de legislación, mucha gente está presionando para que dicha transición se dé mucho más rápido, el costo de los combustibles y las consecuencias en el medio ambiente y la salud de las personas son razones de peso para unirse a esta tendencia, en la que los vehículos 100 % eléctricos y los híbridos son los de mayor demanda.
Desarrollo de tecnologías
El tema de la electrificación en los carros no es nuevo, esta era una opción que existía incluso antes de la masificación de los vehículos a combustión. Los modelos más parecidos a los que se tienen en la actualidad, los tuvo inicialmente la marca Toyota a finales de la década de los 90, con el desarrollo de un motor híbrido, que aunque funcionaba principalmente a combustión tenía también un motor eléctrico que le ayudaba al desplazamiento, ya sea de manera simultánea o independiente, y se recargaba con la misma dinámica del vehículo.
La siguiente innovación de un motor híbrido, la hizo General Motors a finales de la década del 2000, con el desarrollo de lo que hoy se conoce como híbrido eléctrico enchufable (PHEV) que funciona con un motor eléctrico pero además tiene un asistente de combustión, que se puede utilizar en caso de emergencia. Este vehículo anda mayoritariamente en modo eléctrico, se carga mediante una fuente externa y tiene mucha más autonomía en modo eléctrico que sus antecesores.
Luego aparecieron diferentes marcas de origen chino como BYD que han venido desarrollando a través de franquicias con marcas tradicionales, una industria automotriz muy fuerte basada en modelos con motores completamente eléctricos, que no tienen ninguna asistencia de combustión y requieren de una infraestructura externa de carga. En países como Estados Unidos también han surgido otras iniciativas independientes como Tesla, Apple o Google que aunque no tenían nada que ver con la industria, empezaron a incursionar en este sector.
Autonomía y cobertura
Una de las preguntas más comunes que surgen en relación con los carros eléctricos es cuánto tiempo dura la carga de la batería y cómo recargarlas teniendo en cuenta que en países como Colombia por el momento no existen estaciones de carga suficientes. Oliverio García Basurto, presidente de Andemos, considera que hay que tener presente que los vehículos eléctricos que llegaron al país hace 10 años no son los mismos que circulan hoy en día, han habido desarrollos tecnológicos significativos que permiten una mayor autonomía.
La carga de una batería de un vehículo eléctrico puede alcanzar para recorrer en promedio 500 kilómetros, distancia que para el caso de los carros particulares es bastante amplia, además cada vez existen más convenios entre fabricantes y empresas de energía para instalar estaciones de recarga eléctrica en casas, edificios y parqueaderos.
“Cifras de la Asociación Nacional de Movilidad Sostenible, Andemos, indican que nuestro país es el que más vehículos eléctricos tiene circulando en América Latina, con cerca de 10.000 unidades”
Ventajas de los eléctricos
Quizás la mayor motivación para adquirir un vehículo eléctrico hoy en día es el ahorro en combustible, partiendo de los constantes incrementos que se vienen presentando en Colombia, aunque el ahorro puede variar dependiendo el uso, se calcula que en promedio puede ahorrarse cerca de cinco o seis millones de pesos al año en combustible.
Por otro lado, a nivel gubernamental se han establecido una serie de beneficios para aquellos que tengan un vehículo que funcione con energías limpias con el fin de incentivar a que cada vez más personas se unan a esta tendencia. Ventajas como descuentos en pago de impuestos, exoneración de medidas de restricción de movilidad como el pico y placa, tarifas preferenciales en las revisiones técnico-mecánicas y en el SOAT, entre muchos otros.
Otra ventaja está relacionada con el mantenimiento ya que los vehículos eléctricos desde el punto de vista de la mecánica, son más sencillos, más simples, tienen muchas menos piezas que los de combustión y no necesitan cambios de aceite.
