Cualquier forma de movimiento se considera actividad física, y es fundamental prestar atención a lo que cada cuerpo necesita para así elegir actividades que sean auténticas, alegres y favorables para cada persona.
“Es importante saber que mover el cuerpo es una acción poderosa que es beneficiosa no solo para los músculos; sino que hace que la energía fluya, reduce el estrés, mejora el estado de ánimo e incluso puede mejorar la capacidad de concentración.” (IIN, 2024)
La actividad física es cualquier esfuerzo que ponga el cuerpo en movimiento, que aumente el flujo de la sangre y el ritmo cardíaco de una persona, y que además haga circular la energía cuando una persona se mueve. Puede ser dar un paseo por el parque, practicar deporte o levantar pesas. También puede abarcar cosas como bailar, nadar o hacer pilates. Si un cuerpo está en movimiento entonces está activo físicamente, y esto no solo mejora el estado del cuerpo sino que también el de la mente y el corazón.
Ahora bien, las necesidades de actividad física varían de acuerdo a las etapas de la vida. Por ejemplo, si una persona se enfrenta a un trabajo estresante se recomienda que practique pilates.
En cambio si desarrolla una función más exigente en el trabajo, la recomendación es salir a correr para volver a sentirse renovado y concentrado.
Darle prioridad a la actividad física es un acto de cuidado y amor propio porque al optar por hacer ejercicio se está priorizando la salud misma; regalando energía, concentración y fuerza a ese cuerpo.
No hace falta levantar pesas o gastar una hora en la máquina elíptica para estar físicamente activo. En cambio, podría incorporar movimiento en su rutina diaria. Por ejemplo, usar escaleras en lugar del ascensor, parquear en una zona más alejada del supermercado o ir en bicicleta al trabajo.
En otras palabras, el movimiento es una forma efectiva de mejorar la salud mental y emocional porque cuando se realiza ejercicio, se liberan sustancias químicas del cerebro que hace que una persona se sienta bien y que pueda aliviar la depresión o la ansiedad. El ejercicio también reduce el estrés y la tensión, aumenta la longevidad y reduce los riesgos de problemas cardiacos.
BENEFICIOS DE LA ACTIVIDAD FÍSICA
Según un estudio de Institute for Integrative Nutrition (IIN) solo siete horas de actividad física a la semana reducen el riesgo de muerte prematura en un 40 %. Se ha demostrado que tanto la actividad física moderada como la intensa, incluso por periodos cortos de menos de 10 minutos, pueden aumentar tanto la esperanza de vida como la calidad de vida diaria.
La actividad física puede aumentar la energía, mejorar la calidad del sueño y ayudar a mantener un peso saludable. Además, un buen nivel de condición física puede contrarrestar las consecuencias adversas para la salud que conlleva permanecer mucho tiempo frente a una pantalla.
Según la amplia y constante investigación de IIN se encontraron los siguientes hallazgos:
Beneficios físicos por sistema corporal
En el sistema cardiovascular: Fortalece el corazón, aumenta la circulación y proporciona oxígeno y nutrientes a los tejidos, contribuye con la salud de la piel, aumenta el colesterol bueno y disminuye el colesterol malo y los triglicéridos, reduce la presión arterial
En el sistema digestivo: Apoya el metabolismo (y ayuda a controlar el peso corporal), promueve los movimientos intestinales regulares, contribuye con la salud intestinal ya que modifica la microbiota intestinal.
En el sistema endocrino: Aumenta la sensibilidad a la insulina y la capacidad del cuerpo para metabolizar la glucosa de manera eficaz.
En el sistema linfático/inmunitario: Fortalece el sistema inmunitario, puede reducir la inflamación mediante el cambio de características de la sangre.
En el sistema muscular: Aumenta la fuerza muscular, lo que incrementa la masa corporal magra y el metabolismo (tasa metabólica en reposo), mejora el funcionamiento muscular, la estabilización neuromuscular y la coordinación, lo que reduce las lesiones y el dolor crónico.
En el sistema nervioso:Puede mejorar el funcionamiento cognitivo (particularmente, los ejercicios de pierna con pesas pueden afectar la salud cerebral y neurológica), puede mejorar la conciencia corporal, es decir, la capacidad de reconocer cómo se mueve el cuerpo y como se encuentra en el espacio (en especial, los ejercicios que incorporan equilibrio), aún puede mejorar la capacidad de reacción.
En el sistema reproductivo (incluidos la salud y el placer sexual): Contribuye con la fertilidad en hombres y mujeres (al ayudar a mantener de un peso corporal saludable) Mejora los niveles de energía y rendimiento, aumenta la fuerza, la resistencia y la flexibilidad, mejora la confianza en uno mismo, puede aumentar la libido en las mujeres y disminuir el riesgo de disfunción eréctil.
En el sistema respiratorio:Fortalece los pulmones, ayuda al cuerpo a utilizar el oxígeno y a eliminar el dióxido de carbono de manera más eficaz y aumenta la capacidad de oxígeno.
En el sistema óseo:Aumenta la densidad ósea (especialmente los ejercicios con pesas) reduce el riesgo de osteopenia, e incluso puede ayudar a revertirla, reduce el riesgo de fracturas y otras lesiones.
Beneficios emocionales
Los beneficios emocionales de la actividad física son contundentes y significativos. Por ejemplo, la actividad física puede: reducir la depresión y la ansiedad, reducir y ayudar a controlar el estrés, producir endorfinas e inducir efectos de placer y bienestar, aumentar la autoestima, la confianza corporal y el fortalecimiento.
