Por: ANA BELIZA MERCADO
Editora de moda
Ser director creativo implica habitar una piel hasta cierto punto inhabitable: las memorias, las identidades, las capacidades de transformación nos dejan fragmentados, llenos en momentos que vivimos de a poco, transformando lo que somos en un “collage» de placenteras complejidades.
El film de nicho Last Year at Marienbad, la sensación de Gabrielle, la sensación de Coco, la de Lagerfeld, la de Kirsten. La voz de esa mujer que busca refugio a esas complejidades en dinámicas en donde ni ella comprende cómo leerse. «Me gusta cuando las cosas se confunden» dice Virginie explicando el punto de partida de la última colección de Spring/Summer 23 presentada el pasado 4 de octubre en París.
Sale el sol en la ciudad de la luz, huele a brisa de otoño y para honrar la rutina sagrada de darle cierre a la Semana de la Moda más importante del mundo, nos encontramos nuevamente a las 10 de la mañana alrededor de un nuevo universo Chanel.
Buscando reflejar de la manera más fiel la expresión de allure y apoyada en las artes en especial en el cine para hacerlo, el día de ayer nos esperó una sala de proyección de 360 grados dispuesta a contarnos una historia.
Una historia en donde la voz de una mujer que busca honrar a otras mujeres adopta un tono especial y, aunque navegamos colección a colección elementos que comprenden el universo estético de madeimoiselle, más que nunca se siente el peso del enigmático cerebro femenino detrás de la operación.
«Allure»: the quality of being powerfullyand mysteriously attractive or fascinating. La cualidad de ser poderosa y misteriosamente fascinante o atractivo. Pensemos en un instante en esto, el misterio reflejado quizás en un venue oscuro, en donde no ves muy bien nada de lo que está pasando y en transparencias de vestidos, faldas y elementos que te dejan ver algo de lo que sucede sin entenderlo del todo.
El poder enmarcado en esa capacidad de entretener materializado quizás en la silueta más popular de poder el traje completo o «Blazer» con elementos preciosos que los llevaban a otro nivel. El poder como una cualidad de entretención que llevaba a madeimoiselle a rendirse frente a las artes como las del cine con mucha facilidad.
Y la fascinación mirada desde un lugar en donde puede hacerlo todo, puede ser ligereza transformada en brillos y plumas, lo divino, lo que posee luz propia como la alegría del sol directo en una caminata en la mañana, o una gran canción en el momento oportuno. La fascinación también como algo meticuloso, enigmático, incomprensible, traducida en elementos figurativos como guantes, capas, lazos, estampados que no se definen con facilidad y unos labios oscuros, tajantes, distintos, que te ponen a pensar en qué tipo de mujer llevaría estos colores con facilidad y gracia.
“Ya sea ella o las otras mujeres a las que visto, necesito sentir que les gusta la ropa de todos modos. Pero, de la gente que me rodea, ella es la más cercana a Gabrielle Chanel, al menos a mi idea de ella. Ella comprende CHANEL, su ropa. Y con ella, se vuelve aún más moderno. Esta colección, también es ella”. De amores y odios (debo confesar que personalmente hasta antes de este texto no lo entendía yo tampoco) Kristen Stewart abandona su papel de amiga de la Maison y actriz para tomar el de musa. Considero con profunda franqueza que hoy por hoy si Gabrielle estuviese viva quizás nos generaría un sentir similar al de Kristen Stewart, quizás no nos «caería» tan bien. Una mujer relevante con una cualidad particular: no dejarse leer.
Gabrielle y Kristen son ambas un enigma, en donde el misterio es el resguardo de ese «Allure» que como mujeres nos permite en medio de nuestra cotidiana complejidad andar con fascinación entendiendo que somos solo fragmentos, de un romántico “collage” que Virginie Viard supo materializar de manera fascinante, en su colección Spring/ Summer 2023.