Es bastante frecuente escuchar de cobros excesivos en playas y lugares de Cartagena, millonarias cuentas a turistas ingenuos que sienten temor ante grupo de energúmenos locales que los rodean, gritan y amenazan, modus operandi que lleva años y que siempre termina convertido en chistes.
Pero la realidad es que ir a Cartagena no es cómodo, es algo inseguro, tampoco resulta barato y el comercio informal en sus playas y calles, la hace una ciudad complicada y agobiante, al punto que es inentendible tanto sufrimiento para ir a ver su parte amurallada y sus playas del mar Caribe.
El nuevo alcalde de la ciudad, Dumek Turbay, fue claro y directo con un mensaje en su cuenta de X:
Turbay, que toma el cargo este primero de enero, propone un plan de turismo sostenible hasta el 2033 pero la gran inquietud es si en una década la ciudad mejorará sus condiciones para los nativos, habrá más fuentes de empleo y se podría por fin poner orden en el turismo de la ciudad. Donde no sólo es el robo u estafas a visitantes sino además lugares emblemáticos llenos de jóvenes ejerciendo la prostitución con todos los problemas que esto conlleva.
Muchos esperan que Dumek Turbay meta orden y no se quede solo en promesas y propuestas al presidente Gustavo Petro, quien por cierto permanentemente está en la Casa de Huéspedes de Cartagena junto a su familia.
Por ahora todo se refiere al caso de Can Lin Yu Chen, la canadiense que señaló a medios locales que el pasado 21 de noviembre con trató un paseo en coche que en principio costaría $100.000, pero a la hora de pagar, el conductor le señaló que no tenía datáfono para hacer la transacción por tarjeta, pero una amiga suya podría ayudarle. La turista revisó posteriormente y le hicieron cobros por $4.500 dólares.
Es la historia del día y muy de seguro vendrán otras en este fin de año cuando la ciudad se inunde de turistas sin control alguno.
