Editora de moda
@anabelizam
Son tiempos muy especiales para crear este artículo acerca de los retos del sistema moda en Latinoamérica. Así como a nivel país tenemos muchos retos con el COVID-19 (una economía volátil, crisis políticas, ambientales y sociales) dentro del sistema de la industria de la moda también nos vemos enfrentados a diversos temas que, a diferencia de aquellos retos a nivel nacional y global, sí podemos controlar.
Uno de los mayores retos según cuatro profesionales destacados de la industria: Samantha Tams, co-fundadora de Lafs; Esteban Cortázar, diseñador colombiano de renombre global; Leonora Jimenez, directora del Mercedes Benz Fashion Week de Costa Rica y Pamela Ocampo, consultora de moda, es la falta de profesionalización del sector. Entre el volumen de producción, la autenticidad y la informalidad, se encuentran las mayores debilidades del sistema local.
Se cree que el diseñador latino olvida constantemente la tara empresarial en donde “time is money” y es por ello que dentro de esta profesionalización del mercado, también se habla de la importancia de regirse al calendario internacional.
En cuanto al tema de la informalidad la fundadora de Boho Hunter en Miami, Ana Cristina Falla, enfatiza que “hay diseñadores que mandan imágenes y precios por WhatsApp, esta informalidad en una empresa real no se puede manejar. Muchos diseñadores se quejan de su relación con algunos buyers, en nuestro caso, en la medida en que el trabajo del buyer sea más fácil (linesheets, precios y conciencia de volúmenes) las probabilidades de compra claramente aumentan”. Lo romántico y quizás un poco informal del joie de vivre latino es una de nuestras malas jugadas y es por esto que a la hora de trabajar en moda local, se debe ser muy consciente de la seriedad de los negocios que se manejan sin importar su escala.
Ligado a esto, también existe la necesidad de abandonar la “visión” artesanal en nuestro negocio, es decir; darle el valor real a los ítems producidos en Latinoamérica (y no generar este slogan silencioso) en donde lo compró porque “qué tierna es una artesanía”. Sino, comprar teniendo en cuenta que es un objeto valioso cuya producción tiene un valor manual invaluable.
La unión como gremio también es una de las grandes fallas del sector en donde el individualismo nos juega una mala pasada: Ellos aseguran que “celebramos la unión pero no nos apoyamos los unos a los otros”. A nivel local, por lo menos, es muy común percibir que un diseñador se moleste por que considera que otro lo copia (consecuencia de tendencias masivas que terminan permeando el mercado) o que entre diseñadores que tienen el mismo target objetivo les cuesta unirse para lograr resultados eficientes como economías colaborativas.
El trabajo en equipo es fundamental para crear escalabilidad. Según estos profesionales para generar una empresa de moda que pueda subsistir en el tiempo se deben tener en cuenta cuatro engranajes muy importantes:
- Think small
- Great Team
- Timing
- Money
La pasión en la moda es clave pero siempre debe existir una visión de negocio: ¿es esta idea viable?, ¿es rentable, replicable? Son algunas de las apreciaciones que debemos hacernos como creativos a la hora de construir negocios de moda.
A su vez, los negocios de moda latinoamericanos también se ven algo “bajitos de sal”, es decir, tienen que trabajar en dos temas cruciales que en todos los niveles necesitan capacitación constante:
Pricing
Previamente a cualquier tipo de lobby hay que ceñirse a una estrategia de precios coherentes pensando en el precio de wholesale y retail, con esto en mente, ver si existe la capacidad para exportar. Todos en Latinoamérica queremos exportar, ¿pero estamos listos realmente?
Tenemos que estar preparados para estas oportunidades. En términos de exportación es clave tener clara una buena investigación interna y tomarse el tiempo de estudiar los aranceles en cuestión y cómo afectan el pricing inicial. Entender cuáles son las *barreras del comercio* para poder realizar exportaciones de manera efectiva y sin retrocesos.
Estrategia
Generar estrategias para mantenerse vigentes: recae en la innovación, retailers disruptores, y la comunicación moderna en la medida en que generamos un lenguaje claro con el cual nos comunicamos (con franqueza) con nuestro target objetivo. Una comunicación asertiva se transforma con facilidad en digital y retail y con ella nos es más fácil entender cuáles modelos funcionan y cuáles no.
Asimismo, hay una necesidad muy grande de puentes en nuestra industria: vínculos entre diseñadores y maquilas, entre textil y producción, entre el cliente final y la marca.
Para la generación de este tipo de estrategias hay que tener en cuenta el buen manejo de curaduría, integralidad, alianzas internacionales y, si es posible, la generación de políticas internas que cobijen el sistema moda, incluyendo las empresas creativas como parte de una agenda gubernamental.