Un equipo de científicos de la Universidad de Basilea, Suiza, ha llevado a cabo un experimento en ratones para explorar el proceso de adaptación a estímulos inusuales dentro del cerebro.
Los resultados, publicados en Science Advances, detallan cómo se codificaron las reacciones en ratones jóvenes en comparación con roedores maduros.
La adaptación específica al estímulo (SSA) es un fenómeno crucial para la supervivencia de las especies, permitiendo al cerebro distinguir entre estímulos raros y comunes. Aunque se ha estudiado en adultos, esta investigación aborda un territorio inexplorado: la SSA en fisiologías jóvenes.
Para comprender mejor el mecanismo, los científicos se enfocaron en estudiar la adaptación específica al estímulo en los cerebros de ratones jóvenes.
Utilizando electrodos y la prueba Oddball, expusieron a los roedores a sonidos repetitivos con interrupciones inusuales. A medida que los días avanzaban, el tiempo y nivel de reacción de los animales disminuyeron, indicando adaptación.
El fenómeno coincidió con el crecimiento natural de los órganos, revelando que la pérdida de capacidad de asombro no es solo por costumbre, sino por el proceso de maduración del sistema sensorial.
El estudio también destaca la relevancia en términos humanos, extrapolando que 50 días de vida de un ratón equivalen a 20 años en humanos. Esto proporciona claves sobre por qué los bebés lloran ante ruidos fuertes, y cómo este miedo disminuye con la edad.
Estos hallazgos no solo proporcionan una comprensión más profunda del desarrollo auditivoen animales, sino que también presentan un alto potencial de aplicación en humanos.
El conocimiento adquirido en este trabajo mejora nuestra comprensión de cómo la respuesta a sonidos sorprendentes se adapta al entorno, especialmente en un cerebro adolescente aún vulnerable.
