El mes de enero trae consigo el desafío de retomar la rutina laboral tras las festividades navideñas. Para algunos, esta transición genera un temor desmedido conocido como ergofobia; un miedo irracional al trabajo, que puede manifestarse en cualquier época del año. Este fenómeno se caracteriza por un malestar intenso que obstaculiza el desempeño laboral e incluso afecta a quienes buscan empleo.
Las causas de la ergofobia son diversas y pueden relacionarse con experiencias traumáticas en el ámbito laboral, problemas de autoestima o ansiedad social.
La falta de interés genuino en la ocupación, la percepción de falta de control y desencadenantes estresantes como cargas de trabajo excesivas también pueden contribuir a este temor. Es crucial reconocer estos factores para abordar la ergofobia de manera efectiva, recomienda la psicología.
Para superar este miedo al trabajo, sugieren desactivar el perfeccionismo, practicar técnicas de relajación y establecer metas pequeñas y alcanzables. Dividir las tareas laborales en pasos manejables permite lograr un sentido gradual de logro, fortaleciendo la confianza en la capacidad para enfrentar responsabilidades laborales. Reconocer el problema y buscar ayuda son los primeros pasos para afrontar la ergofobia de manera proactiva en este nuevo año laboral.