En un discurso durante la ceremonia de posesión de Elizabeth Becerra Cornejo como magistrada de la Sección Segunda del Consejo de Estado, el presidente Gustavo Petro mencionó las tensiones actuales entre el poder Ejecutivo y la Rama Judicial en Colombia, describiendo la situación como “traumática”. Estas declaraciones se producen en un contexto de creciente fricción entre ambas ramas del gobierno.
Petro hizo referencia a la reciente decisión de la Corte Constitucional de anular la facultad de contratación directa del Instituto Nacional de Vías (Invías) para la construcción de carreteras regionales. Esta anulación ha sido un factor que ha contribuido a las tensiones existentes entre el Ejecutivo y la Rama Judicial.
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En su discurso, el presidente también aludió a la propuesta de elección de jueces por voto popular, un modelo impulsado en México. “No sé si es el mejor camino, pero no surge de la nada”, afirmó, resaltando que “América Latina está viendo que los deseos de cambio del pueblo no son seguidos por las doctrinas jurídicas”.
La propuesta mexicana, respaldada por el presidente Andrés Manuel López Obrador y continuada por la actual presidenta Claudia Sheinbaum, busca que los ciudadanos tengan la capacidad de elegir a sus jueces. Según esta propuesta, se argumenta que la justicia debería responder más a las demandas del pueblo y contribuir a la lucha contra la corrupción en la judicatura.
Sin embargo, la sugerencia de Petro ha generado un debate sobre la viabilidad de esta medida y sus posibles consecuencias para la independencia judicial en Colombia. En el contexto mexicano, algunos críticos han expresado su preocupación de que las elecciones populares de jueces podrían politizar aún más el sistema judicial, lo que podría abrir la puerta a influencias indebidas, como el crimen organizado.
