Al menos 50 personas murieron a lo largo de 2023 cuando se encontraban bajo custodia de las autoridades en Rusia, según informaciones obtenidas por el portal de noticias ruso independiente Vestka, que ha alertado de que estos fallecimientos se registraron en cárceles, juzgados, comisarías y centros de detención del país.
Tras analizar los datos del Gobierno ruso, la investigación del medio de comunicación ruso concluye que 48 hombres y dos mujeres murieron tras ser detenidos por las fuerzas de seguridad rusas, la mayoría de ellos en centros de detención a la espera de ser juzgados. Al menos 22 lo hicieron en comisarías, mientras que catorce durante sus arrestos (cinco de ellos en vehículos oficiales).
La investigación apunta a que en una decena de casos la muerte se produjo por problemas cardiacos, si bien también se han registrado suicidios y "enfermedades repentinas" entre los fallecidos, según datos del Gobierno.
El portal de noticias, sin embargo, ha denunciado que al menos dos de ellos habrían muerto tras ser sometidos a torturas por parte de la Policía, si bien en trece de estos decesos se desconocen las causas.
El más joven de los muertos era un adolescente de trece años de la localidad de Yakut, en Belaya Gora, mientras que el mayor de todos era un anciano de 73 años identificado como Nikolai Bujonin, que fue hallado sin vida en un centro de detención a la espera de ser juzgado por presunta pedofilia.
El Servicio Penitenciario Federal de Rusia (FSIN) ha explicado que muchos de los detenidos en Moscú, la capital, han tenido que ser trasladados a centros de detención de otras regiones debido al hacinamiento en los centros de la ciudad, que tiene capacidad para unas 9.000 personas. Sin embargo, grupos de activistas han denunciado que en 2022 la cifra de detenidos alcanzó los 11.000.
Según el FSIN, el problema de hacinamiento "no ha sido resuelto del todo mediante la redistribución de los presos" y se debe en gran medida a la alta densidad de población de Moscú y del largo periodo de tiempo que permanecen los reos bajo custodia.
EuropaPress