La presidenta de Honduras, Xiomara Castro, cumple este sábado dos de sus cuatro años de mandato entre algunas promesas cumplidas y confrontada con sectores de la oposición y la empresa privada, en un país con altos índices de pobreza, violencia, corrupción y miles de sus compatriotas migrando.
Castro, quien asumió el poder el 27 de enero de 2022, después de tres períodos consecutivos del ahora opositor Partido Nacional, ocho de ellos bajo el mandato de Juan Orlando Hernández, es la primera mujer que ha llegado a la presidencia del país, que sigue socialmente dividido desde el golpe de Estado del 28 de junio de 2009 contra su esposo, Manuel Zelaya, cuando la faltaban siete meses para concluir su mandato.
Su llegada al poder creo muchas expectativas entre los casi 10 millones de hondureños, que la respaldaron con alrededor de 1,8 millones de votos, aunque ese apoyo no lo tuvo en el Parlamento su Partido Libertad y Refundación (Libre), que surgió en 2011, dos años después del golpe a Zelaya, quien ahora es su principal asesor.
Libre solamente obtuvo 50 de los 128 diputados que integran el Parlamento, en el que el oficialismo no ha podido lograr consensos para aprobar algunas iniciativas de ley que requieren de una mayoría calificada.
Oposición sigue esperando misión para combatir la corrupción
En sus primeros dos años de mandato Castro también ha enfrentado, desde la primera semana en la Casa Presidencial, múltiples protestas de los denominados 'colectivos' de Libre exigiendo una oportunidad de empleo, incluso la destitución de algunos de sus ministros.
La presidenta también ha conocido del descontento del sector privado, con el que ha tenido marcadas diferencias por el rechazo de los empresarios a algunas medidas, como una iniciativa de Ley de Justicia Tributaria, entre otras.
Sectores de la oposición le han recordado esta semana a Castro, entre otras promesas, que dos años después de haber prometido una misión internacional, con el apoyo de las Naciones Unidas para combatir la corrupción, todavía no ha llegado, aunque ella, y el canciller, Eduardo Enrique Reina, han reiterado que se ha avanzado bastante para lograr ese objetivo.