El Departamento de Estado norteamericano ha reconocido este lunes que Estados Unidos no notificó a las autoridades iraquíes antes de lanzar el pasado viernes una serie de bombardeos de represalia contra las milicias proiraníes en suelo iraquí, como mantenía hasta ahora.
"Irak, como todos los países de la región, daban por hecho que habría una respuesta tras la muerte de nuestros soldados. En cuanto a la respuesta concreta del viernes, no hubo notificación previa. Informamos a los iraquíes inmediatamente después de los ataques", ha afirmado el portavoz del Departamento de Estado Vedant Patel en rueda de prensa.
En cuanto a la protesta diplomática del Gobierno iraquí y las acusaciones de que fueron ataques contra las fuerzas de seguridad, Patel ha insistido en que los objetivos atacados fueron "cuidadosamente seleccionados" y entre ellos había centros de mando, cohetes, misiles, drones e instalaciones de almacenamiento.
"Creemos que son objetivos creíbles elegidos para minimizar y evitar las víctimas civiles (...). Eran instalaciones de terroristas", ha argumentado.
Los ataques del viernes contra milicias proiraníes en Irak y Siria se saldaron con al menos 45 muertos tras 85 ataques de bombarderos B-1. Fueron la respuesta a la muerte de tres militares estadounidenses el 28 de enero en un ataque contra una base estadounidense en la parte jordana de la frontera entre Siria y Jordania.
EuropaPress