Las fuertes lluvias y el desbordamiento de ríos en el sur de Brasil han provocado devastadoras inundaciones, cobrando al menos 100 vidas y dejando más de 130 personas desaparecidas.
Autoridades califican este evento como el peor desastre natural en la historia del estado de Rio Grande do Sul. La capital, Porto Alegre, ha sido duramente golpeada por las precipitaciones, dejando partes de la ciudad sin luz y sin suministro de agua. Las intensas lluvias del miércoles obligaron al ayuntamiento a suspender las operaciones de rescate, dejando a personas varadas en medio de la emergencia.