El Ejército de Israel anunció que en la madrugada del sábado, hora local, realizó una ofensiva contra Irán. En un comunicado breve y directo, las Fuerzas de Defensa israelíes confirmaron el inicio de las maniobras y señalaron que sus “capacidades defensivas y ofensivas están plenamente movilizadas”. La declaración se emitió poco después de reportarse explosiones en distintos puntos de Teherán, en respuesta a un ataque con misiles lanzado desde Irán el 1 de octubre.
Según el escrito, los ataques responden a "meses de continuos ataques del régimen de Irán contra el Estado de Israel". El Ejército israelí detalló que "el régimen de Irán y sus apoderados en la región han estado atacando implacablemente a Israel desde el 7 de octubre". Estas agresiones se han registrado en siete frentes, incluyendo ataques lanzados directamente desde suelo iraní. Las Fuerzas de Defensa justificaron así la operación, recalcando que “como cualquier otro país soberano del mundo, el Estado de Israel tiene el derecho y el deber de responder”.
Previo a esta acción, Estados Unidos desplegó varias unidades de combate en la región. El viernes por la tarde, Washington movilizó aviones F-16, lo cual fue interpretado por varios observadores como un indicio de una posible ofensiva israelí en territorio iraní. Este movimiento estadounidense se suma a diversas conversaciones que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y el ministro de Defensa, Yoav Gallant, sostuvieron con el presidente estadounidense Joe Biden, con el fin de analizar opciones que eviten una escalada del conflicto.
Desde el ataque del 1 de octubre, la comunidad internacional ha observado con cautela las decisiones de Israel frente a Irán. Entre los posibles blancos de la operación israelí se incluyeron instalaciones militares, petrolíferas y nucleares. Sin embargo, el presidente Biden recomendó no afectar estas últimas, sugiriendo que acciones de este tipo "podrían disparar el precio del crudo" y tensar aún más la situación en la región. En referencia a los posibles objetivos, Biden señaló: "Si yo estuviera en su lugar, pensaría en otras alternativas", si bien reconoció el derecho de Israel a defenderse.
Analistas apuntan a que los ataques de Israel se concentrarán en objetivos militares estratégicos en Irán. Michael Allen, exfuncionario del Consejo de Seguridad Nacional bajo la administración de George W. Bush y actual socio de la firma de asesoría Beacon Global Strategies, comentó que esta operación tiene un doble propósito, pues permitiría tanto enviar un mensaje directo al régimen iraní como reducir su capacidad ofensiva. “No van a desperdiciar una bala, creo que va a ser un objetivo muy decidido”, puntualizó Allen.