La COP28 endurece su lenguaje sobre el fin de los combustibles fósiles para atajar la crisis climática, según refleja la propuesta del Balance Global sobre la que los países negociarán en los próximos días, en los que deberán precisar la manera de elevar la ambición contra el calentamiento global.
Tras varias jornadas de negociación en la cumbre del clima que acoge Dubái (Emiratos Árabes Unidos), la presidencia de la COP28 publicó en la madrugada de este martes una versión preliminar del Balance Global, en la que ofrece a los países diferentes opciones con las que reforzar la acción climática.
Lo más esperado de este texto, y la petición del bloque de la Unión Europea y los pequeños estados insulares, era la mención al fin de los combustibles fósiles, que aparece junto a otras opciones como triplicar la capacidad renovable de aquí a 2030, duplicar la tasa de mejora de eficiencia energética o acabar con los subsidios “ineficientes” a las energías sucias.
Este borrador del Balance Global plantea, entre las opciones -que aún pueden caer del texto-, eliminar “rápidamente” en esta década toda generación de energía con carbón que no cuente con técnicas de mitigación, así como un “cese inmediato” de la autorización de nuevas centrales de carbón.
Reconoce en este sentido que el IPCC, el grupo de especialistas climáticos de la ONU, sugiere reducir el uso del carbón sin mitigación en un 75 % para 2030 respecto a los niveles de 2019 a fin de cumplir con el objetivo del Acuerdo de París: limitar el calentamiento para que no supere el grado y medio de temperatura (desde los niveles preindustriales).
Otras novedades aplaudidas por los expertos son el calendario de reducción de las emisiones de metano que recoge el documento, para recortarlas en al menos un 30 % para 2030 y en un 40 % para 2035; y el despliegue de los vehículos de cero emisiones, una referencia inaudita en los acuerdos multilaterales de mitigación del cambio climático.
“Aún estamos lejos de un resultado garantizado”, comentó el experto en diplomacia climática del ‘think tank’ E3G Tom Evans, quien valoró no obstante que la propuesta de la presidencia de la COP28 tiene “todos los ingredientes” para que el resultado final de esta cumbre sea “ambicioso”.
En la segunda semana de la cumbre, en la que los ministros retoman las negociaciones más políticas, los países deberán acotar las diferentes alternativas que por ahora refleja el texto: por ejemplo, si debería programarse un abandono de toda producción de combustibles fósiles o sólo de aquella que no cuente con tecnologías de mitigación de las emisiones, como los sistemas de captura y almacenamiento de carbono.
Este es uno de los puntos controvertidos del futuro Balance Global: algunos países querían que las limitaciones a esas tecnologías (llamadas CCS, por sus siglas en inglés) -sobre las que hay aún mucho escepticismo por su ineficacia y su capacidad de expansión- quedaran reflejadas en el texto, pero en la propuesta no hay referencias a esas limitaciones.
Los analistas echan en falta además “un lenguaje más fuerte” en lo que respecta a la financiación desde un principio de justicia y a la adaptación, uno de los temas que puede bloquear la negociación pues los fondos dirigidos a adaptación “han ido decreciendo”, como señaló desde E3G Gabriele Swaby, quien sin embargo valoró que el texto reconoce que las acciones de adaptación “no son suficientes”.
Presión sobre Al Yaber
El documento salió en un momento en que la cumbre del clima se había visto salpicada por unas polémicas declaraciones del presidente de la COP28, Sultán Al Yaber, quien a pocos días de la cumbre aseveró en un encuentro ‘online’ que “no hay ciencia que diga que el abandono progresivo de los combustibles fósiles es lo que nos va a hacer cumplir el 1,5 ºC”.
Al Yaber, quien además dirige la petrolera estatal de Abu Dabi (ADNOC), se vio obligado a aclarar que “cree en la ciencia” y a reiterar que el abandono de los combustibles fósiles es “inevitable”, respaldado por el presidente del IPCC, el científico británico Jim Skea.
“EAU probablemente necesita darse cuenta, y estoy seguro de que es muy consciente, de que si no es capaz de conseguir este resultado o algo suficientemente bueno sobre los combustibles fósiles, la mayoría les señalará rápidamente a ellos y habrá este dolor político con el que tendrán que contar”, aseguró Evans.
“Creo que la presión es real y la única forma de que respondan es desempeñando ese papel”, agregó.