El libro Nuestro desafío ambiental recopila 19 entrevistas realizadas por el activista Nicolás Wild Botero, mediante las cuales nos presenta un panorama de los problemas que más impactan a nuestro medioambiente.
Nicolás Wild Botero, autor de ‘Nuestro desafío ambiental’.
Por: ANA LUZ CASTILLO BARRIOS
Coordinadora Editorial de Revista Alternativa
Nicolás Wild Botero ha sentido el amor por la tierra, y particularmente por la de su país, desde niño, cuando sus padres le enseñaron a apreciar el valor de un árbol, de un río, de un animal.
Aunque no estudió nada relacionado con el tema (es licenciado en Relaciones Internacionales), el llamado de la causa ambiental siempre lo tuvo en su cabeza y por ello, cuando regresó a Colombia en 2019, luego de cursar una maestría en Administración de Empresas en Francia, se propuso producir un libro que permitiera exponer de manera clara, emotiva y real el problema de la crisis ambiental de Colombia, en el contexto mundial.
Para lograrlo, entrevistó a 19 expertos colombianos. El libro, ‘Nuestro desafío ambiental’, fue publicado por el Taller de Edición Rocca y su prólogo es del profesor Manuel Rodríguez Becerra.
Alternativa: ¿Por qué decidió publicar este libro?
Nicolás Wild Botero: Quise hacerlo para que todos los colombianos, y no solamente un público selecto de académicos, entendieran en toda su dimensión la riqueza natural que tenemos en nuestro territorio.
Colombia es el segundo país con mayor biodiversidad en el mundo, después de Brasil, poseemos la mayor cantidad de ríos. Somos un país riquísimo en bosques y selvas, y lo que me propuse fue que este libro llegara al corazón de todos los colombianos. Así mismo, que todo el mundo lo pudiera entender sin importar su nivel de educación.
¿No es para usted paradójico este escenario en el que somos tan ricos en biodiversidad, pero, al mismo tiempo, no estemos respondiendo como deberíamos a la mitigación del cambio climático?
Efectivamente es una gran paradoja. El problema tiene su origen en nuestra educación. No nos han sabido educar para el respeto y el cuidado de nuestro entorno. Igualmente, nos han enseñado a “salvajizar” a nuestras poblaciones étnicas y a que la manera como podemos desarrollarnos es talando nuestros bosques, acabando con nuestros mares. A ello hacen referencia los entrevistados, especialmente Brigitte Baptiste, quien habla de cómo eso ha venido ocurriendo desde la colonización. El mensaje que nos han transmitido es que preservar la biodiversidad pareciera no arrojar un valor agregado, una utilidad. En parte también es responsabilidad del Estado que da incentivos muy pobres. Por ejemplo, no hay un incentivo para que las personas siembren árboles en sus predios; por ello tienen que explotarlos y ponerlos a producir. A las empresas que se comprometen de lleno con la sostenibilidad, tampoco les brindan descuentos fiscales atractivos. Entonces tenemos que cambiar esa mentalidad, empezando por la educación y siguiendo por los estímulos de parte del Gobierno.
De acuerdo con las entrevistas que realizó, ¿cuáles son los problemas que más están contribuyendo a que Colombia no esté cumpliendo los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)?
Yo estoy de acuerdo con Manuel Rodríguez Becerra, quien en el prólogo del libro dice que la deforestación es el tema más alarmante que tenemos en Colombia. Nuestro país contribuye con el 0,6 % de las emisiones de GEI, no es tanto en realidad, pero lo que sí es cierto es que el porcentaje lo estamos aportando principalmente a través de la práctica indiscriminada de la tala de árboles. ¿Y cuál es el problema de fondo? A medida que vamos talando nuestra Amazonia, por ejemplo, vamos a llegar a un punto de no retorno; si se deforesta el 20 % de esta selva se va a dar es un proceso de “sabanización” que ocasionaría una pérdida de la humedad en la selva. Ya no van a existir ríos para que el agua llegue a las poblaciones y así se detonaría una crisis de seguridad hídrica. De hecho, ya se está viendo una escasez de agua en ciertos departamentos como los Santanderes y algunos de la costa Caribe. Debemos entender que eso está pasando ya, no es algo del futuro.
¿Qué debemos hacer, entonces, para lograr ese cambio de mentalidad?
Para citar a Paula Caballero (protagonista en la creación de los ODS), los colombianos seguimos creyendo que la crisis ambiental es ajena a nosotros, que eso es remoto y que no nos va a afectar. Eso es un error garrafal porque resulta que Colombia es uno de los países que más está siendo impactado por el cambio climático. Si hoy no tomamos medidas para prevenirlos, todos vamos a sufrir los estragos de las catástrofes generadas por nosotros mismos.
¿Por lo tanto, el mensaje que quiere transmitir su libro va dirigido a todos los habitantes del país?
Así es. A todos nos corresponde hacer la tarea todos los días. Por ejemplo, si hacemos el debido reciclaje de las basuras; si sembramos un arbolito; si tenemos la oportunidad de comprar un carro o cualquier vehículo para la movilidad, que sea eléctrico o amigable con el medioambiente. Si combatimos la minería ilegal y buscamos otras fuentes de trabajo, también contribuiremos. Hay que presionar a los gobiernos para que este tipo de alternativas se masifique. Y, además, hay que conocer Colombia a profundidad para aprender a quererla y a cuidarla. Todos podemos aportar cosas sencillas, todo suma.
Portada del libro