Los rusos se despiden este viernes del fallecido líder de la oposición, Alexéi Navalni, en medio de estrictas medidas de seguridad dispuestas por las autoridades de Moscú.
Los partidarios de Navalni han advertido en la redes sociales de que la policía podría obstaculizar el acceso a la iglesia, donde las 14.00 hora local (11.00 GMT) comenzará la ceremonia fúnebre.
Tanto junto al templo, donde está instalada la capilla ardiente, como en el cementerio, donde será sepultado el político, fueron instaladas vallas metálicas y ha sido desplegado un importante dispositivos policial.
En las farolas del cementerio fueron colocadas además múltiples cámaras de vigilancia y otros dispositivos que pueden servir como inhibidores de señal de internet y telefonía móvil.
El equipo de Navalni tiene previsto transmitir en directo los funerales del líder opositor en su página de Youtube a partir de la 09.00 GMT.
La familia de Navalni denunció durante nueve días la negativa de las autoridades de entregar el cadáver del político tras su deceso, acaecido en un penal ártico el pasado 16 de febrero en circunstancias no esclarecidas.
Pero las dificultades no acabaron cuando la madre del opositor pudo finalmente recoger el cuerpo de su hijo, de cuya muerte los allegados de Navalni culpan directamente al presidente ruso, Vladímir Putin.
Desde hace unos días el equipo del opositor informa de obstáculos para organizar del funeral.
Primero todas las agencias funerarias se negaron de ocuparse de las exequias. Luego los correligionarios del político no podían acordar la fecha del funeral, porque "no había ni una persona disponible para cavar una tumba" el 29 de febrero, día elegido por la familia que coincidía con el discurso de Putin sobre el estado de la nación.