El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, lanzó este lunes un programa que permite convertir los inmuebles abandonados del Estado en viviendas populares o destinarlos a otros proyectos sociales, como escuelas, hospitales y parques.
El llamado programa de ‘Democratización de los Inmuebles del Estado’, lanzado en un acto en el Palacio presidencial de Planalto, identificó unos 3.700 terrenos vacíos, edificios desocupados o infraestructuras abandonadas que pueden ser destinados al proyecto.
Entre los inmuebles que podrán ser aprovechados figuran edificaciones públicas invadidas por organizaciones que luchan por la reforma urbana, cuya ocupación podrá ser regularizada, y hasta aeropuertos desactivados.
Pese a que el decreto que instituye formalmente el proyecto tan solo fue firmado este lunes, la iniciativa comenzó a ser implementada desde enero de 2023, cuando el líder progresista asumió su tercer mandato como jefe de Estado.
La ministra de Gestión Pública, Esther Dweck, explicó que desde el inicio del Gobierno recibió la orden de Lula de identificar los inmuebles que pueden ser aprovechados para la construcción de barrios o viviendas populares y darles un uso social.
"El Gobierno anterior lo que estaba haciendo era vendiendo esos terrenos y edificaciones, muchas veces por precios cuestionados, y lo que nosotros haremos es darle un destino social correcto", dijo.
La ministra dijo que su cartera identificó inicialmente 509 inmuebles gestionados por organismos del Gobierno en 200 municipios, de los que 68 pueden ser convertidos en parques o instalaciones culturales o deportivas, 49 en escuelas, 26 en hospitales y 27 en comisarías policiales.
Agregó que su Ministerio también identificó 3.213 inmuebles abandonados que son gestionados por el Instituto Nacional de Seguridad Social (INSS) y que también pueden ser aprovechados.
Según la ministra, de los inmuebles del INSS, en 471 ya se inició el proceso para que puedan ser convertidos en conjuntos de vivienda popular y en 12 las gestiones para ser transformados en edificios para población de escasos recursos.
Los inmuebles destinados al proyecto serán cedidos a gobiernos regionales y alcaldías con proyectos para darles un uso social o a las empresas que construyen viviendas populares o directamente a las familias que los ocuparon y esperan que se les regularice la situación.
Según Dweck, el proceso de aprovechamiento social ya fue iniciado en 264 inmuebles ubicados en 174 municipios, entre los que destaca un aeropuerto desactivado en Belém en el que se construirá una instalación de uso social que será aprovechada como sede de la Conferencia del Clima de las Naciones Unidas (COP 30) que Brasil organizará en 2025 en esa ciudad amazónica.