La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, reconoció que su administración está en dialogo con varios países de América Latina, con el objetivo de gestionar el retorno de migrantes que, de ser deportados de Estados Unidos, podrían ser recibidos en esas naciones. La medida surge en el contexto de las promesas de deportación del presidente electo de EE. UU., Donald Trump, quien asumirá el cargo el 20 de enero.
Sheinbaum subrayó que el gobierno mexicano, a través del canciller Juan Ramón de la Fuente, está trabajando con naciones principalmente de Centroamérica. La mandataria explicó que “el canciller Juan Ramón de la Fuente está hablando con algunos otros países cuyos habitantes cruzan el territorio nacional para llegar a la frontera norte”.
Aclaró que las conversaciones se enfocan en países de Centroamérica, pero destacó que México seguirá “cerca” de América Latina en su política migratoria, a pesar de los acuerdos comerciales con Estados Unidos y Canadá. Según Sheinbaum, “si bien tenemos un tratado comercial con Estados Unidos y Canadá, siempre vamos a estar cerca de América Latina”.
Aunque gran parte de los migrantes que llegan de forma irregular a Estados Unidos lo hacen a través de México, Sheinbaum dejó en claro que el gobierno mexicano ha insistido en que la repatriación de migrantes debe hacerse directamente a sus países de origen. “Hemos insistido a Estados Unidos de que la repatriación se haga a los distintos países de origen”, dijo la mandataria.
La mandataria mexicana también hizo hincapié en la defensa de los derechos de los migrantes, especialmente de los mexicanos que, según datos recientes, han intentado ingresar a EE. UU. en números más altos que en años anteriores. “Por supuesto que nosotros vamos a seguir defendiendo a los mexicanos y a las mexicanas en Estados Unidos”, aseguró Sheinbaum, destacando que, en caso de deportaciones, México se preparará para recibir a sus ciudadanos.
En el contexto de estas negociaciones y preparativos, el gobierno mexicano mantiene una postura activa frente a la situación de los migrantes, mientras que se anticipan cambios en las políticas migratorias de Estados Unidos con la llegada de la nueva administración de Trump.