Un avión de Azerbaiyán Airlines, que se estrelló el 25 de diciembre en Kazajistán con un saldo de 38 fallecidos, presenta marcas que sugieren daños por un misil, según evidencias preliminares. Los informes emergen en medio de tensiones por ataques con drones en Chechenia y reavivan acusaciones entre Rusia y Ucrania.
El avión, un vuelo de Azerbaiyán Airlines con ruta programada de Bakú a Grozni, sufrió un cambio inesperado de trayecto, cruzando el mar Caspio antes de estrellarse en la costa oeste de Kazajistán. Autoridades rusas inicialmente atribuyeron el accidente al impacto de un ave, pero videos y fotografías difundidos muestran daños que podrían estar vinculados con un misil.
En la cola del avión se observan marcas similares a las que provoca un misil antiaéreo, según las imágenes publicadas en redes sociales. Los videos también revelan daños en el ala izquierda y signos de despresurización en el fuselaje, incluyendo agujeros en los asientos que podrían ser causados por metralla. Sobrevivientes del accidente reportaron haber oído una explosión antes del impacto.
Las circunstancias del siniestro coinciden con reportes de ataques con drones en Chechenia el mismo día. Varios canales rusos proguerra en Telegram y blogueros militares sugieren que el sistema de defensa aérea ruso pudo haber estado involucrado, operando bajo alerta ante posibles amenazas. "El avión probablemente fue derribado por nuestras propias defensas aéreas", señalaron algunos de estos analistas.
El secretario de prensa del Kremlin, Dimitri Peskov, calificó estas afirmaciones como especulaciones y afirmó que no se presentarán hipótesis oficiales hasta que concluyan las investigaciones. Por su parte, el presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, indicó que la información preliminar sugiere un cambio de rumbo causado por condiciones meteorológicas, aunque enfatizó la necesidad de una investigación exhaustiva.
Las similitudes con el derribo del vuelo MH17 en 2014 han avivado tensiones entre Rusia y Ucrania. Kiev responsabiliza a Moscú del accidente, señalando un patrón de negligencia en el cierre del espacio aéreo durante conflictos. En ese caso, el MH17 fue derribado sobre Donbás por un misil ruso, según investigaciones internacionales.
El avión accidentado intentó aterrizar sin éxito en Grozni y posteriormente en Majachkala antes de dirigirse a Aktau, en Kazajistán. Durante el último intento de aterrizaje, la aeronave se desintegró e incendió. Imágenes difundidas por medios locales y redes sociales muestran restos del avión que parecen corroborar el impacto de proyectiles, informó la agencia EFE.
Las autoridades kazajas también han desestimado las teorías que apuntan a un derribo por misiles, calificándolas como infundadas. Entretanto, investigadores internacionales y locales continúan trabajando para esclarecer las causas del hecho.