Las elecciones primarias de Estados Unidos están en pleno desarrollo en New Hampshire, marcando el inicio de la carrera hacia la Casa Blanca. En el Partido Republicano, la disputa se centra entre la exembajadora de EE. UU. ante la ONU, Nikki Haley, y el expresidente Donald Trump, después de que el gobernador de Florida Ron DeSantis se retirara de la contienda. Estos comicios son cruciales para ambos, ya que 22 delegados a la Convención Nacional Republicana están en juego, lo que podría influir en el rumbo de la nominación.
El estado de New Hampshire desempeña un papel clave debido a su posición temprana en el calendario electoral, a pesar de representar una pequeña fracción en comparación con el total de delegados necesarios para la nominación. El expresidente Trump busca consolidar su liderazgo después de la contundente victoria en Iowa, donde obtuvo el 51% de los votos. Por otro lado, Nikki Haley intenta demostrar que su candidatura sigue siendo viable, centrando sus críticas en la afinidad de Trump con líderes como Putin y Kim Jong-Un, así como cuestionando su edad y agudeza mental.
En el Partido Demócrata, aunque también celebran elecciones primarias en New Hampshire, han decidido que los resultados no afectarán su proceso de nominación. La primera contienda demócrata se trasladó a Carolina del Sur, destacando su diversidad racial en comparación con la población predominantemente blanca de New Hampshire. Este cambio busca reflejar mejor la base demócrata y proporcionar un escenario más cómodo para el presidente Joe Biden.
Estos comicios son un termómetro electoral que ofrece una perspectiva inicial sobre el apoyo a los candidatos de ambos partidos. La atención está particularmente centrada en la batalla republicana entre Haley y Trump, ya que la exembajadora busca atraer el voto femenino y cuestionar la idoneidad del expresidente para liderar el país. La jornada electoral en New Hampshire es un paso crucial en la carrera presidencial estadounidense de 2024.