Las autoridades españolas han resuelto un misterio perturbador tras el hallazgo de un cuerpo enterrado en el jardín de una finca en el norte de España. Específicamente en Siero, cerca de Gijón, Asturias. El hombre desaparecido, identificado como Jhon Jairo Pérez Chavarro de 52 años, fue encontrado gracias a un distintivo tatuaje en su brazo, lo que resultó ser una pista crucial para la identificación.
Fue visto por última vez durante una fiesta en el mismo lugar donde luego se descubriría su cuerpo. Aunque inicialmente se había sugerido un incidente en Colombia como posible origen del crimen, las investigaciones revelaron un panorama mucho más complejo.
El móvil detrás del asesinato apunta hacia un conflicto intrincado entre la familia de Pérez Chavarro y los sospechosos. Con cinco hijos en total, cuatro en Colombia y uno en España.
Dos hermanos, Julio Adrián y Cristian, fueron detenidos por la Policía Nacional en conexión con el crimen. Julio Adrián admitió ante la jueza haber matado a Pérez Chavarro durante una discusión impulsada por el alcohol. Según su testimonio, Pérez Chavarro lo atacó con un cuchillo, lo que provocó una respuesta violenta y fatal.
La jueza sustituta del Juzgado número 1 de Siero, Clarisa González, ordenó la prisión preventiva de los dos hermanos por presunto homicidio, siguiendo la solicitud de la Fiscalía.
“Me intentó acuchillar, hubo un forcejeo y se le clavó el cuchillo”, según contó Julio, quien aseguró después que solo se defendió, citó el medio español El Comercio.
Después de la discusión en la que murió el colombiano, Julio dijo que enterró el cuerpo de la víctima en el jardín para no despertar sospecha. Esto, mientras esperaba que se le pasara el estado de embriaguez en el que se encontraba.
“Le pido perdón a Cristian y a mi familia por ocultarles la verdad, pero sentía terror de que podía pasar en Colombia, porque la vida de mis familiares corre mucho peligro. Sólo quiero que los protejan. Allí puede correr sangre”, dijo Julio ante el juez, según citó el medio mencionado.
El caso ha conmocionado a la comunidad local, mientras surgen preocupaciones adicionales sobre posibles represalias hacia la familia de los detenidos en Colombia.