Sudáfrica ha presentado una demanda contra Israel ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ), acusándolo de violar la Convención para la Prevención y Sanción del Delito de Genocidio. La acusación sostiene que Israel, como país signatario del tratado, incumple sus obligaciones y busca que la CIJ se pronuncie sobre el conflicto entre ambas naciones.
Sudáfrica, reconociendo la responsabilidad de acusar a Israel de genocidio, condena los ataques de Hamás que desencadenaron la guerra en Gaza. No obstante, argumenta que las acciones de Israel, incluyendo bombardeos y operaciones terrestres, tienen la "intención específica" de destruir a los palestinos de Gaza como parte del grupo nacional, racial y étnico más amplio de los palestinos.
El respaldo a Sudáfrica proviene de Brasil y Colombia. El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, oficializó su apoyo tras reunirse con el embajador palestino en Brasilia. El gobierno colombiano, liderado por Gustavo Petro, expresó su respaldo a la demanda presentada por Sudáfrica.
Desde Israel, el presidente Isaac Herzog rechazó enérgicamente las acusaciones, calificándolas de "atroces y absurdas". Herzog afirmó que Israel presentará su caso en la CIJ, destacando el derecho de legítima defensa según el derecho internacional humanitario.
El procedimiento de urgencia en la CIJ podría resultar en un pronunciamiento en cuestión de semanas. Aunque los fallos de la CIJ son definitivos, los países no siempre siguen los veredictos. Cecily Rose, profesora de Derecho Internacional, señala que en esta etapa inicial, la corte evaluará si existe un riesgo de perjuicio irreparable a los derechos consagrados en la Convención sobre el Genocidio.
La acusación de Sudáfrica contra Israel ante la CIJ plantea tensiones regionales y destaca la complejidad de las disputas internacionales en el conflicto entre Israel y Palestina.
