Unos 6.000 nacionales sirios y otros 3.000 libaneses han cruzado hasta este miércoles hacia Siria ante la escalada de la violencia entre el grupo chií Hezbollah e Israel, que el lunes inició una campaña de bombardeos en varias regiones del Líbano que se han saldado hasta el momento con casi 600 muertos.
Una fuente oficial siria dijo a EFE bajo condición de anonimato que la mayoría de los nacionales de ese país cruzaron a través del paso fronterizo de Jdeidat Yabous, ubicado en el centro del Líbano, además de los de Jusiyah y Matraba (norte), que lindan con la provincia siria de Homs.
Asimismo, indicó que unos 3.000 ciudadanos libaneses utilizaron el paso fronterizo de Al Areeda, en el extremo noroccidental del Líbano, y se dirigieron principalmente hacia la ciudad mediterránea siria de Tartús.
La fuente indicó que todavía no se ha contabilizado el número de personas que han llegado a Siria en los últimos días y apuntó que las autoridades han creado un comité especial para hacer frente a estos movimientos, a la espera de que aumenten si no remite la violencia en el Líbano.
La intensa campaña de bombardeos de Israel, que desde el lunes se concentra principalmente en el sur y el este del Líbano pero también en los suburbios sur de Beirut, ha provocado a la vez el desplazamiento de decenas de miles de personas, muchas de las cuales huyen hacia el norte del país.
El Líbano, con menos de siete millones de habitantes, acoge al mayor número de refugiados sirios per cápita del mundo, alrededor de 1,5 millones, según estimaciones oficiales.
Siria, con una amplia frontera con el Líbano, ya acogió durante el conflicto de 2006 entre Hezbollah e Israel a unos 200.000 libaneses, de acuerdo con datos de Naciones Unidas.
Los enfrentamientos entre el Estado judío y Hezbollah entraron en una nueva etapa de intensidad la semana pasada, cuando explotaran simultáneamente miles de aparatos de comunicación en manos de integrantes de la formación libanesa y varios de sus altos mandos fueron asesinados cerca de Beirut.