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César Álvarez Asamblea Nacional Constituyente

Cristo, Petro y Santos: Constituyente Fast Track

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¿Cómo concilian el sueño? ¿Cómo miran a los ojos a sus hijos? ¿Para qué dicen que quieren servirle al país, si no les duele en lo más mínimo? Colombianos el país se lo están feriando, y no es una exageración. El Santismo y el Petrismo son lobos vestidos de ovejas.

Cristo, tal como Barreras y Benedetti, con tal de estar en el poder le venden su alma al diablo. No hay opinión pública que valga. Ni conciencia que los atormente. La consigna es caer parados, cueste lo que cueste. Después de todo, para ellos, la política es dinámica, y sus creencias también.

La designación de Juan Fernando Cristo como nuevo Ministro del Interior, aunque el expresidente Santos lo niegue, es la muestra clara de que el Santismo y el Petrismo son a Colombia lo que la avispa parásita es a la oruga: la simbiosis más macabra y letal del reino biológico.

La avispa parásita pone sus huevos dentro de una oruga viva. Las larvas de la avispa se desarrollan dentro de la oruga, alimentándose de sus tejidos internos mientras evitan los órganos vitales para mantener a la oruga viva. Eventualmente, las larvas emergen de la oruga, lo que generalmente resulta en la muerte de la misma.

Además de causar daño físico, las larvas de la avispa pueden manipular el comportamiento de la oruga parasitada. En algunos casos, la oruga protege las pupas de la avispa tejiendo un capullo a su alrededor defendiéndolas de los depredadores. Esta relación simbiótica es extremadamente perjudicial y típicamente letal para la oruga, mostrando una interacción biológica altamente destructiva.

La llegada de Cristo al gobierno Petro es muy diciente del buen momento que pasa la relación Santos-Petro. Con Cristo en el ministerio de la política, quedan en claro muchas cosas.

Primero, la ambigüedad con respecto a la constituyente es transformada por certeza. De manera oficial, y a través del nuevo Ministro designado, queda claro que Petro quiere atornillarse en el poder. Bien sea en cuerpo ajeno, o en el propio, pero la consigna es continuidad para el progresismo, cueste lo que cueste.

Segundo, la paz de Santos y la ‘total’ de Petro son un pacto con el diablo, el cual Santistas y Petristas están dispuestos proteger y alcanzar respectivamente cueste lo que cueste, incluso a expensas de la constitución. Después de todo, los primeros le entregaron el país a las FARC, y los segundos quieren hacer lo mismo, pero con el ELN, el Estado Mayor Central y la Segunda Marquetalia.

Tercero, así como Petro, Cristo se quitó la máscara. Y el único cambio que verdaderamente le interesa es el de la Constitución. ¿Quién se iba a imaginar? Hace tres meses, Cristo rechazaba la idea de la constituyente con fervor. Hoy, es su mayor defensor y promotor.

Cuarto, la llegada de Juan Fernando Cristo al Ministerio del Interior no es casualidad, es velocidad. Juan Fernando Cristo es sinónimo de constituyente, pero también de Fast Track.

Por lo tanto, Magistrados de las altas Cortes, congresistas, alcaldes, gobernadores y Colombianos, pongamos mucha atención. No vaya a ser que la constituyente de Petro del 2026 salga como el plebiscito de Santos del 2016, puro cuento. Que tal el gobierno Petro no deje para mañana lo que puede hacer hoy.

Carl Von Clausewitz, el destacado teórico militar y general prusiano, dijo que “La guerra es el ámbito de la incertidumbre; tres cuartas partes de los factores sobre los que se basan las acciones en la guerra están envueltos en una niebla de mayor o menor incertidumbre.”

Si bien no estamos en guerra y la llegada de Juan Fernando Cristo al Ministerio del Interior tampoco es una buena noticia para el país. Hoy, no obstante, la certeza de que el Santismo y el Petrismo son simbióticos y letales para Colombia, debe ser visto como una bocanada de aire fresco para el país.

Como dijo otro gran estratega militar, y filósofo chino, Sun Tzu: “Si conoces al enemigo y te conoces a ti mismo, no debes temer el resultado de cien batallas.”

Las últimas dos cosas que nos dice la llegada de Cristo al gobierno Petro son: uno, ni Petristas ni Santistas han leído el room. Es decir, no han entendido los sentimientos y dinámicas de su entorno.

¿Cómo explicar que, en medio de la desaceleración económica, la criminalidad rampante, el terrorismo palpable, y la política exterior tambaleando, la gran apuesta del gobierno para la siguiente legislatura sea sacar adelante una constituyente? Señores, por favor, read the room.

La otra cosa es que de cara al 2026, y en caso de que la propuesta de la Alianza Nacional Republicana (ANR), hecha por el ex-presidente Iván Duque hace unas semanas, se cristalice, ya está claro con quién no se puede contar. La llegada de Cristo al gobierno Petro cierra la puerta a cualquier acercamiento con el Santismo.

Desde la perspectiva de Clausewitz, hoy el panorama no está libre de niebla, pero si está más claro. Una Alianza Nacional Republicana debe volver a ser puesta sobre la mesa. Señores pro-candidatos, salgan ya. El país los necesita. Dejen los egos, y los temores. El país se los implora. Ustedes también tienen que leer el room.

Si las elecciones legislativas son el 15 de Marzo de 2026, faltan 619 días. Y si las elecciones presidenciales son el 31 de Mayo de 2026, faltan 697 días.

La cuenta regresiva continúa.