La reforma laboral que propone el gobierno del Pacto Histórico tendría devastadoras consecuencias económicas y sociales si se llega a aprobar como está escrita.
Los ponentes han defendido el tema, así como la ministra de Trabajo, pero no logran convencer a los empresarios. La iniciativa busca “proteger” derechos de trabajadores y reestablecer normas que se habían modificado hace años como los recargos nocturnos y dominicales. Ya se han aprobado 16 artículos en la Comisión Séptima de la Cámara de Representantes, en una iniciativa que se radicó inicialmente en marzo de este año y ya fue hundida una vez.
Según cálculos preliminares de analistas económicos reconocidos, el sobrecosto de implementación de la reforma ascendería a un 25% a 30% del valor de las nóminas actuales. Por ningún lado de la reforma se promueven o incentivan nuevos empleos.
En la práctica esto va a generar un mayor desempleo que el que tiene actualmente el país, ya que hay miles de empresas que, al afrontar un escenario de sobrecostos de esta magnitud, necesariamente deberán reducir personal para no generar pérdidas o eventualmente entrar en quiebra.
Recordemos que una porción importante de nuestra economía está conformada por empresas familiares de comerciantes que generan menos de 5 empleos. Con la nueva norma, si una tienda tiene 5 trabajadores, probablemente deba reducir la nómina a 4 o eventualmente a 3 para que las cuentas den al final de mes. Este efecto multiplicado por miles de tiendas en todo el país llevaría a demasiados colombianos a la calle, en donde no encontrarán nuevos empleos fácilmente, precisamente por el mismo fenómeno.
El senador Alfredo Deluque del partido de La U ha denunciado que en el texto se busca derogar la ley 2121 del 2021 que él hizo aprobar sobre el marco regulatorio para la modalidad del trabajo remoto. Esta ley aplica para profesionales que tienen empleos con empresas multinacionales que no tienen sede en Colombia. La norma permite, por ejemplo, cuadrar horarios entre trabajador y empleador y formalizar el uso de las tecnologías remotas.
Fue pensada para madres cabeza de hogar o jóvenes que estudian y quieren trabajar parcialmente. Deluque dicen que esta nueva iniciativa deroga la ley por completo, pero en otra parte del articulado modifican artículos de la misma, lo cual es una inconsistencia que seguro chocará en la revisión de la Corte Constitucional.
Empresas de tecnología han usado el mecanismo del trabajo remoto, que es diferente al teletrabajo, para contratación masiva por ejemplo de personal de programación y diseño de software. Esa es una línea de la economía en donde Colombia tiene gran potencial pues nuestros ingenieros y programadores son muy valorados en el mercado internacional. Con la reforma que propone la ponente Carrascal del Pacto Histórico, estos empleos se perderían para siempre.
Los miembros del Pacto Histórico están impulsando el texto con un objetivo ideológico, revanchista, siempre señalando al empresariado como el eterno enemigo de las clases populares. No solo es evidente que no han leído la ley impulsada por Deluque hace dos años, sino que no han convocado a verdaderos empresarios a que les expliquen cómo se crean puestos de trabajo.
Los grandes gremios como Fenalco y la Andi han cuestionado decenas de artículos del texto. Ese es el problema cuando los funcionarios vienen impregnados con el discurso sindical. Jamás han pagado una planilla, una nómina o han creado una empresa. El día que entiendan lo difícil que es ser empresario en Colombia se les acaba el verso.
