De cara al inicio de 2025, resulta importante entender las condiciones de riesgo de las Pequeñas y Medianas Empresas (pyme) en América Latina. A propósito de lo cual, referiremos el “Primer estudio de Riesgos para Empresas Nacionales y Familiares Latinoamericanas 2023 - 2024” hecho por Marsh.
La importancia de estudiar lo que atañe a las pyme consiste en que “el 99,5% del tejido empresarial latinoamericano son empresas nacionales y familiares, que dan empleo a cerca del 67% de los trabajadores”. Y, de acuerdo con la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), las pyme contribuyen en la región con, al menos, el “70% del Producto Interno Bruto”.
Metodológicamente, el estudio se basó en una encuesta de 700 gerentes de empresas pyme en América Latina que buscaba identificar la exposición de riesgos de estas unidades de negocio. Los países en los que se concentraron mayormente los líderes empresariales encuestados fueron México (19,1%), Brasil (15,9%), Colombia (14,5%), Perú (14,5%), y República Dominicana (13,9%).
Debe mencionarse que “36% de las pymes encuestadas representa a las empresas de Retail, Servicios Profesionales y Alimentos y Bebidas”. Les siguen los sectores de construcción, salud y manufacturero con un 22,5%.
Ahora bien, el “52% de las empresas encuestadas registran mayor preocupación (…) por el impacto de los riesgos financieros, 47% por ciberseguridad y 45% por interrupciones en la cadena de suministro. Los riesgos asociados a fusiones y adquisiciones, así como la incapacidad para innovar (…) son los que menos preocupan a un 15% y 29% respectivamente”.
Específicamente, en materia de riesgos internos, al “45% de las pymes latinoamericanas le preocupan los riesgos de seguridad”. De hecho, los ataques de ciberseguridad suelen registrarse como los factores que causan mayor preocupación entre los líderes encuestados, lo que es entendible en virtud del nivel de digitalización que ha ganado la economía en épocas recientes, especialmente durante la pandemia.
En lo que se refiere a riesgos externos, los gerentes de “las empresas consultadas muestran mayor preocupación por los riesgos sociopolíticos, de fraude o robo de datos”. Resulta llamativo, aunque bastante obvio que, de acuerdo con la estructura de las empresas familiares y pyme del estudio, el “50% de las empresas están afectadas por los riesgos de sucesión o persona clave. Casi igual que los de retención y adquisición de talento, que llega al 47%. Los riesgos de salud y seguridad industrial afectan a 44% de las pymes”.
Desde el plano del fracaso empresarial, podríamos asegurar que, las 5D son variables que ponen en riesgo la continuidad de los negocios de las pyme. Dichos factores son “la defunción, discapacidad o divorcio, sumados a las diferencias societarias o deudas”.
El estudio de Marsh advierte también que “60% de las empresas fue afectada por la inflación, mientras que la recesión económica a un 58% y los aumentos de costos comerciales a 50%. Los cambios regulatorios y la interrupción prolongada de la cadena de suministro están impactando a 42% y 37% de las pymes latinoamericanas, respectivamente”.
Cabe advertir que “el riesgo que más preocupa a las pymes son los precios de insumos, materia prima, y, en general, lo que el negocio debe comprar para elaborar su producto final. En Perú y Colombia la prioridad es salud financiera para enfrentar la inflación, la inestabilidad política, las regulaciones laborales anti-empresa, y el tipo de cambio, entre otras”.
Así las cosas, queda claro que las pyme son agentes económicos importantísimos para la economía de la región. Estas unidades de negocio deben enfrentar una variedad amplia de riesgos que ponen en peligro la continuidad del negocio. Es este último aspecto el que pone de manifiesto que el Estado debe generar condiciones suficientes que contribuyan al éxito empresarial, por minimización de riesgos. Es decir, la reducción de la incertidumbre como factor de riesgo sociopolítico y económico, es una contribución importante que el Estado puede hacer al éxito de las pyme, y con ello, de la economía latinoamericana.