Sin temor a equivocarme, creo que noviembre será un mes devastador para el país en términos de corrupción, escándalos y malgasto. Les comparto un breve recuento para refrescar la memoria de lo ocurrido hasta el momento:
La semana pasada, la Corte Suprema publicó un robusto informe que confirma la participación y responsabilidad, no solo de Olmedo López y Sneyder Pinilla, sino también de ministros y altos funcionarios como Ricardo Bonilla y Sandra Ortiz. El desfalco, que ronda los 1,7 billones de pesos, no resultó ser una conspiración de la oposición ni algo ajeno al Palacio de Nariño, como en su momento intentó presentarlo el presidente, sino todo lo contrario.
A esto, súmele que, en los mismos días, Paula Bolívar reveló varias irregularidades sobre el aeródromo que el petrismo prometió a La Guajira (542 mil millones de pesos). Hasta el momento, todo apunta a que será otro desfalco de recursos destinados a esta región tan necesitada del país.
La salud no se queda atrás. Mario Andrés Urán, conocido por su pasada relación con Roy Barreras y por ser supuestamente la mano derecha de la mujer más poderosa del gobierno, ha sido vinculado a lo que sería un poderoso cartel de corrupción en el sector salud.
Cientos de miles de millones de pesos, al parecer, eran manejados por Urán, quien decidía si se giraban o no a las EPS intervenidas. Como era de esperarse, el exsuperintendente Luis Carlos Leal fue el primero en desmarcarse de Urán, e incluso se victimizó. No obstante, el exsuperintendente tendrá que dar muchas explicaciones al respecto, ya que el infame “Lobista de la Salud” al parecer participó en un comité oficial que autorizaba estos pagos de manera irregular. ¿Y el superintendente no sabía? Difícil de creer.
Sigamos con Ecopetrol, la nueva “famiempresa” del petrismo. Desde allegados a Verónica Alcocer, como Manuel Grau, pasando por la pareja de Ricardo Roa, hasta llegar al compadre favorito de Petro, el oscuro y cuestionado Danilo Romero.
Los escándalos de menor calado involucran al novio de Roa, quien, según Caracol Radio, utiliza su relación amorosa con el presidente de la petrolera como carta de presentación para ordenar el nombramiento de allegados en importantes puestos y, quién sabe, qué más.
Los de mayor calado son las denuncias de La Silla Vacía sobre supuestos intentos de intermediarios de Danilo Romero para usar Cenit, la empresa más rentable de Ecopetrol (7,1 billones de ingresos), con el fin de pagar “favores” de la campaña presidencial. Romero negó estar vinculado, pero La Silla Vacía presentó pruebas contundentes que conectan a los posibles involucrados, dejando decenas de preguntas y muy pocas respuestas.
Además, el directivo de Cenit que denunció lo sucedido, y cuya denuncia pudo corroborarse gracias a una grabación, fue despedido de manera arbitraria y sin explicación poco después de reportar el hecho a la Línea de Ética de Ecopetrol.
A todo esto, súmele que Francia Márquez gastó 70 mil millones de pesos en un documental para autoglorificarse, algo claramente ilegal y descarado, como denunció el concejal Daniel Briceño. Y, para rematar, persiste la duda sobre el origen del capital con el que los hijos de Petro han lanzado lujosas marcas de ropa, como denunció Alejandro Villanueva.
¿Lo peor? ¡Aún no acaba el mes! Es inaceptable que la justicia no actúe y que la opinión pública no condene a un gobierno que ha demostrado ser todo, menos anticorrupción. En ningún país civilizado, un presidente podría mantenerse en el cargo tras un mes como este.