El 21 de noviembre, una unidad del Ejército Nacional fue atacada con artefactos explosivos improvisados por el grupo armado organizado Frente ‘Héroes y Mártires de Anorí’ del ELN, durante una operación de estabilización en el antiguo Espacio Territorial dé Capacitación y Reincorporación de esa zona. El ataque ocasionó la muerte de cinco soldados, además, cuatro militares y un civil heridos.
La unidad atacada se encontraba a 3.7 kilómetros de las coordenadas inicialmente reportadas, lo que sugiere una posible imprecisión en el informe de ubicación. Esta discrepancia en las coordenadas es el foco de la investigación, que se abrió por parte de la Justicia Penal Militar.
El ataque, ocurrido en una zona de conflicto con el ELN, desató una serie de interrogantes sobre la exactitud de la información logística proporcionada a las tropas. La investigación apunta a un posible error en la ubicación que permitió que el grupo armado identificara y atacara a la unidad militar. La Justicia Penal Militar inició de inmediato la investigación, recurriendo a actos urgentes para esclarecer lo sucedido.
Los militares involucrados, el cabo primero Gersson Jalava, el sargento segundo Jeisson Ricardo Barrera y el subteniente Juan Daniel Hernández, fueron detenidos bajo la acusación de fallos en la coordinación de la ubicación de las tropas.
La apertura de la investigación tiene como objetivo esclarecer las responsabilidades del error en la ubicación y determinar las posibles consecuencias para los involucrados.
La investigación continúa bajo la supervisión de la Justicia Penal Militar.