En la tarde del jueves 25 de julio, se registraron disturbios en las cercanías de la Universidad Nacional de Bogotá. Un grupo de encapuchados atacó con explosivos una patrulla de la policía ubicada en la calle 26. Los dos uniformados a bordo del vehículo se vieron obligados a utilizar sus armas de dotación en defensa propia. El incidente fue captado en video por pasajeros del sistema de transporte Transmilenio que transitaban por la zona.
El alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, informó que desde la mañana se tenía conocimiento sobre posibles disturbios en el área, incluyendo el uso de artefactos explosivos. En respuesta, se implementó un operativo conjunto entre gestores de convivencia y la policía para prevenir incidentes. Galán declaró: "Cuando ocurrieron los disturbios, la policía actuó como era necesario para asegurar el flujo del Transmilenio".
Durante los enfrentamientos, un gestor de movilidad de Transmilenio fue atacado por los encapuchados, quienes dañaron su motocicleta. Al solicitar ayuda, una patrulla de la Policía Antinarcóticos que acudió al lugar también fue atacada con bombas molotov y papas explosivas. Como resultado, dos policías resultaron heridos y fueron trasladados al Hospital Central de la Policía Nacional para recibir atención médica.
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El alcalde Galán enfatizó la gravedad de la situación y la necesidad de una respuesta firme contra este tipo de violencia. "Este tipo de actuaciones con bombas molotov y artefactos explosivos no es protesta. No se puede permitir y hay que judicializar", afirmó el mandatario local.
La Policía Metropolitana de Bogotá emitió un comunicado oficial detallando los hechos: "Cerca de las 5 de la tarde, tres encapuchados atacaron a un funcionario de Transmilenio en las inmediaciones de la Universidad Nacional. Una patrulla de la Policía Nacional, con dos uniformados, fue atacada con cinco explosivos improvisados que contenían metralla, lo que los hacía altamente letales. Los uniformados reaccionaron al ataque y fueron trasladados al Hospital Central de la Policía Nacional para evaluar sus heridas. La Policía Nacional rechazó enérgicamente cualquier acto de violencia contra los servidores públicos y aseguró que se investigará el incidente para llevar a los responsables ante la justicia".
Tras los disturbios, las autoridades informaron que la situación en la zona se ha normalizado. Se ha reforzado la seguridad para garantizar la tranquilidad y los derechos de los ciudadanos, reafirmando el compromiso de las fuerzas del orden para mantener la paz y la seguridad en la ciudad.
