Las Fuerzas Militares con Acerías Paz del Río y el respaldo de la Fiscalía General de la Nación, realizaron la fundición de 23.500 armas de fuego en la Planta Industrial de Belencito, ubicada en Nobsa, Boyacá. Estas armas fueron incautadas durante operativos militares y policiales, además de otras entregadas voluntariamente, como parte de la iniciativa “Destruyendo el miedo, construyendo esperanza”.
El proceso de fundición busca transformar el material de las armas en insumos destinados a proyectos de infraestructura que beneficien tanto a la población civil como a la Fuerza Pública. Entre los usos previstos del acero reciclado se incluyen construcciones de puentes, viviendas, centros educativos, alojamientos militares y obras como plantas de tratamiento de agua y vías de comunicación.
Durante la jornada, que se realizó bajo los lineamientos del Decreto 2535 de 1993, se destruyeron armas de diferentes tipos, incluyendo pistolas, fusiles, morteros y lanza granadas. También se incluyeron armas traumáticas, modificadas de forma ilegal para aumentar su letalidad, que ahora son consideradas armas de fuego según la normativa vigente.
El transporte de las armas desde Bogotá hasta Boyacá se llevó a cabo mediante trenes, siguiendo estrictos protocolos de seguridad y bajo la custodia de soldados de las Fuerzas Militares. A lo largo del recorrido de 260 kilómetros, se dispusieron puntos de vigilancia estratégica para garantizar la seguridad del material.
Desde 1992, más de 670.000 armas han sido destruidas en Colombia, con el objetivo de reutilizar su material en proyectos sociales y de infraestructura. Estas actividades refuerzan el compromiso de las instituciones con la economía circular y la seguridad, contribuyendo al bienestar de las comunidades en áreas urbanas y rurales.
