El paro armado iniciado por el ELN en el sur del departamento de Chocó ha entrado en su tercer día, provocando una situación crítica para más de 50 mil personas pertenecientes a comunidades indígenas y afrodescendientes. Estas poblaciones se encuentran confinadas y enfrentan un riesgo inminente de desabastecimiento de productos esenciales.
La crisis se ve agravada por múltiples factores. Además de las acciones violentas de los grupos armados, existe la amenaza de desbordamiento del río San Juan debido a la temporada de lluvias. El conflicto entre el ELN y el Clan del Golfo por el control territorial complica aún más la situación en la región.
Un incidente trágico ha marcado la gravedad de la situación. Una menor de edad de la etnia indígena, identificada como Isa Bella Piraza Pizario, falleció en Istmina al no poder recibir atención médica debido al paro armado. La niña, nacida el 16 de abril de 2023, murió alrededor de las 7:00 pm de 14 de agosto.
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El defensor del Pueblo, Julio Balanta Mina, ha expresado su preocupación por la situación. "La limitación del acceso a los servicios esenciales como alimentación, salud, educación agravan el lamentable panorama", declaró. Balanta Mina también señaló que estos eventos amenazan el ejercicio de los derechos y libertades de los pueblos étnicos en la región.
La Defensoría del Pueblo informa que al menos 85 comunidades están siendo doblemente afectadas por el conflicto armado y el saqueo de sus recursos naturales. La entidad resalta la ausencia de medidas efectivas para liberar a estas comunidades del dominio de los actores armados, lo que prolonga y agrava la crisis humanitaria en la región.
