"Vengo desde Argelia - Cauca a declamarles un poema que representa la dura situación que esta pasando en mi pueblo(...)espero el poema les toque sus corazones"
Esas fueron las palabras con las que inicio su presentación, un niño que decidió a través de las letras contarle a todo el mundo lo que hoy esta pasando en el departamento del Cauca, el dolor que sienten y la forma como tienen que vivir el conflicto provocado por alias Iván Mordisco, cabecilla de las disidencias de las FARC que delinquen en esta zona del país.
"Maldita por siempre maldita, maldita guerra indolente, que siempre hace sufrir a culpables e inocentes, hoy les quiero preguntar a todos los de la guerra por qué nos hacen sufrir a los niños de la tierra. Aquí escuchamos a diario el traqueteo de las balas y en todos los noticieros de Argelia noticias malas"
A medida que el pequeño avanzaba en su declamación, más desgarradoras eran las palabras, que contaban como ha tenido que ver a sus compañeritos y familias ser víctimas de los ataques o cargas explosivas activadas en zonas por donde ellos transitan o a pocos kilómetros de sus escuelas, donde dicen, solo quieren ir a aprender.
"Pero todo parecía película de ficción, hasta que llegó la tragedia aquí a mi institución, cuando un padre de familia alegre se despidió iba con ilusiones y una mina le explotó. La guerra llegó a mis aulas, una pierna hemos perdido. Una pierna, una ilusión cuántos sueños ya incumplidos, ese padre de familia era apoyo en el hogar y por esta maldita guerra una amiga dejó de estudiar."
Inmediatamente este niño describe lo que sucede después de ser víctimas de las minas antipersonal sembradas por las disidencias, y no solo fisicamente, sino como tienen que abandonar sus estudios para poder responder por sus familias afectadas.
"Mi amiga se retiró, ya no volvió a estudiar, si ya no tenía comida, tuvo que ir a trabajar. Era excelente estudiante todo mundo comentó, pero ninguno supimos que su corazón explotó. ¿Cuánto grupo aquí peleando, cuánto grupo que aquí hay, cuánto grupo disputando este cañón del Micay?"
Los niños del Cauca lloran la guerra y piden la paz.
"Por eso desde mi tierra yo ya no vengo a suplicar, yo vengo es a exigir déjennos vivir en paz"