El ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, respondió a las acusaciones hechas por su exasesora, Alejandra Benavides, quien afirmó que el funcionario estaba al tanto de un posible direccionamiento de contratos en el Ministerio de Hacienda.
Durante su intervención en San Andrés, Bonilla afirmó que “lo que se está diciendo tiene mucho de especulación en términos de que aquí no hay cupos indicativos ni compra de congresistas”, rechazando así las afirmaciones en su contra.
Por su parte, Gustavo Petro expresó su apoyo al ministro Bonilla, calificando las acusaciones de “injustas”. Durante su visita a San Andrés, el mandatario indicó que la presencia de Bonilla en la gira demuestra que el funcionario continuará en su cargo, a pesar de la controversia.
Petro también aprovechó la ocasión para hablar sobre los cupos indicativos, un tema que ha sido recurrente en las denuncias de corrupción en el país.
“Los llamados cupos indicativos, que yo mismo denuncié en el Congreso, en aquel entonces eran hechos por centenares”, señaló, recordando su intervención en el pasado sobre esta práctica, que involucra la asignación de recursos para favorecer a ciertos congresistas.
El presidente añadió que estos cupos indicativos eran usados por congresistas para desviar recursos hacia alcaldes, quienes a su vez elegían contratistas en un sistema destinado a financiar campañas políticas. “No solo es un delito, sino que es el mismísimo sistema político de Colombia”, agregó Petro, aludiendo a la raíz del problema en la política nacional.
La situación en torno al Ministerio de Hacienda se complica aún más por el escándalo de corrupción en la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD). Este escándalo ha aumentado la presión sobre Bonilla, justo cuando el Congreso se prepara para debatir el proyecto de ley de financiamiento, que tiene como objetivo recaudar 12 billones de pesos para el presupuesto de 2025.