Carlos Ramón González, exdirector del Departamento Administrativo de la Presidencia (Dapre) y cercano colaborador del presidente Gustavo Petro, ha sido designado como el nuevo Director Nacional de Inteligencia. Esta confirmación llega tras semanas de especulaciones sobre quién ocuparía este cargo, que dejó vacante Manuel Alberto Casanova Guzmán.
González dejó su cargo como director del Dapre luego de que Laura Sarabia fuera designada por el presidente Petro para asumir esa dependencia, una de las más influyentes en el Gobierno nacional. La Dirección Nacional de Inteligencia, según su propia descripción, tiene como objetivo principal desarrollar actividades de inteligencia estratégica y contrainteligencia para proteger los derechos y libertades de los ciudadanos y prevenir amenazas internas o externas contra la democracia y el orden constitucional.
La designación de González representa un cambio significativo en la estructura de gobierno, ya que el presidente Petro ha optado por respaldar a uno de sus más cercanos colaboradores, dejando de lado los intereses de la Alianza Verde, partido político que lo acompañó en su campaña presidencial y que ha mostrado su apoyo en el Congreso durante las reformas estructurales.
Hasta hace dos semanas, González y su equipo consideraban que tenían asegurada su permanencia en el cargo. Sin embargo, el reciente viaje de Gustavo Petro a Alemania parece haber cambiado el panorama, alineando los astros en contra del dirigente de la Alianza Verde. La divulgación de la hoja de vida de Sarabia, firmada desde Múnich, llama la atención sobre la determinación presidencial y su respaldo a la nueva designación.
La llegada de Carlos Ramón González a la Dirección Nacional de Inteligencia marca un nuevo capítulo en el gobierno de Petro, quien apuesta por consolidar su equipo de confianza en posiciones estratégicas del Estado. Resta por ver cómo será recibida esta decisión en el ámbito político y qué repercusiones tendrá en el futuro de la administración gubernamental.