Por: Santiago Doncel, Analista político. Twitter: @ssdoncel
Davos solo es un escalón más para llegar al centro del ágora de Colombia. Nuestra república banana, donde los padres y madres de esta patria han hecho declaraciones que estarán talladas para siempre en los mármoles del Capitolio, la Casa de Nariño y habrán de resaltar su lugar en el olimpo neogranadino, cual busto de Sócrates o Aristóteles.
De ahora en adelante, engalanar los anaqueles junto al Presidente Guillermo León Valencia, quien en 1964 gritó: “Por el futuro y la grandeza de ESPAÑA”, en medio de un banquete ofrecido al Presidente deFrancia.
Los colombianos, las colombianas, los ‘nadies’, las ‘nadies’, los ‘alguiens’ y las ‘alguiens’, sin distinción, sabemos que no ha sido tarea fácil y que usted viene de un campo de trabajo completamente diferente.
¡No importa!, todos así la querimos y la queremos. Porque a preguntas tan chimbas como la firma de nuevos contratos de exploración y explotación para mantener las finanzas del país en temas como inversión social, transición energética, mejor responda:“se lo dice Google y yo no tengo que ocupar espacio en mi memoria con este dato”.
Y perdónenme que me exalte, pero tengo que decirlo, mientras desayuno mis huevos alemanes con cebolla y tomate: Usted es la placa tectónica sobre la cual se sostiene la vía del desarrollo de Colombia.
Colombia, sin usted, sería como la ONU sin la Unión Soviética. El país estaría fuera de sus cabales. ¡Ministra!, inspirar a otros es lo más importante, en este mundo que se pone cada vez más caliente. Siga fiel a su filosofía, póngale gasolina a la transición, no al fuego.