Colombia se encuentra bajo "calamidad pública" y declaratoria de desastre natural debido a la creciente oleada de incendios forestales que afectan al país. Con más de una veintena de focos activos, el Gobierno ha tomado medidas de emergencia, liberando fondos para enfrentar la crisis.
La Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo en Desastres (UNGRD) emitió la declaratoria en los departamentos de Cundinamarca y Santander, donde las llamas han consumido alrededor de 600 hectáreas de bosque. La medida busca canalizar recursos de manera rápida para mitigar el impacto ambiental.
El presidente Gustavo Petro anunció la declaración de desastre natural, destacando que, si la capacidad local no es suficiente, se solicitará ayuda internacional. Más de 883 de los 1,101 municipios colombianos están en alerta por incendios, con 586 en alerta roja, según el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam).
La situación más crítica se vive en los cerros orientales de Bogotá, donde cerca de 200 bomberos, policías y voluntarios luchan por controlar un incendio que ha afectado aproximadamente 12 hectáreas. El presidente Petro anticipó la llegada de ayuda internacional para hacer frente a la emergencia.
Los incendios, atribuidos en parte al fenómeno de El Niño, han afectado ecosistemas cruciales, como el Páramo de Berlín en Santander, donde la vegetación de frailejones, vital para el ciclo del agua, ha sido consumida por las llamas. Colombia se prepara para afrontar una situación crítica debido al calor extremo y la sequía prolongada.