Colombia ha ocupado uno de los primeros tres puestos en un nuevo indicador del Índice Mundial de Crimen Organizado, el cual evalúa la criminalidad y la resiliencia frente al crimen organizado en los 193 países miembros de las Naciones Unidas. En la edición de este año, Colombia se ubicó en la segunda posición. Esto ocurre en un momento en el que, según el informe, la brecha entre criminalidad y resiliencia está en aumento.
El Global Initiative, responsable del informe, señala que actualmente, el 83% de la población mundial vive en países con un alto nivel de criminalidad, lo que representa un aumento significativo en comparación con el 79% registrado en 2021.
Los países con los mayores índices de criminalidad, según este ranking, son Birmania, Colombia, México y Paraguay.
Si consideramos el ranking a nivel regional, Colombia lidera la lista, seguido por México, Paraguay, Ecuador, Honduras, Panamá, Brasil y Venezuela.
"Los importantes acontecimientos mundiales que se han desarrollado en los últimos dos años, combinados con los efectos persistentes de una gran pandemia, han dado lugar a un mundo fracturado, dividido y conflictivo. La desigualdad económica y social, la inestabilidad política y los conflictos se acentuaron más que nunca en los últimos tiempos, y esto tuvo un impacto trascendental en la criminalidad organizada global", señala el informe.
El Índice Mundial de Crimen Organizado señala que los países con mayores índices de criminalidad están distribuidos por varios continentes, incluyendo Asia Occidental, el Sudeste Asiático, Asia del Sur, Asia Oriental y Asia Central. No obstante, algunas regiones han experimentado una disminución en los índices de criminalidad, como Asia Oriental y Central, y África Occidental y Central.
El informe de este año incorpora delitos financieros, delitos cibernéticos, el comercio ilícito, la producción de productos falsificados y la extorsión como indicadores para evaluar el crimen organizado.
A nivel global, los delitos financieros fueron la actividad ilícita más extendida en 2022, ubicándose entre los tres primeros mercados criminales en cada continente, excepto en las Américas, donde se encuentra en el top cinco. Otros mercados criminales destacados incluyen la trata de personas, el tráfico de cannabis y el tráfico de armas.