Durante la madrugada, la Policía Nacional y la alcaldía local de Bogotá llevaron a cabo un operativo de desalojo en el sector conocido como El Madrugón. Esta acción, iniciada a medianoche, busca despejar el área para facilitar la construcción del metro de Bogotá, proyecto de infraestructura clave para la capital colombiana.
Los comerciantes informales que operan en la zona han reportado la incautación irregular de su mercancía. Al llegar al sector en las primeras horas de la mañana, los vendedores se encontraron con que su inventario de ropa y calzado, por el cual aún tienen deudas pendientes, estaba siendo decomisado sin notificación previa. La falta de un conteo o censo para identificar a los propietarios de los productos confiscados ha generado confusión y descontento entre los afectados.
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El procedimiento ha sido objeto de fuertes críticas por parte de los comerciantes, quienes aseguran no haber recibido ningún documento o aviso anticipado sobre el desalojo. Los vendedores acusan a las autoridades de actuar de manera ilegal y de no garantizar un proceso transparente en la ejecución del operativo.
La empresa Metro de Bogotá afirmó que “La diligencia policiva adelantada en la Manzana 22 por una presunta ocupación no legitima el área
no fue gestionada ni adelantada por parte de la Empresa Metro de Bogotá, teniendo en cuenta que el predio no hace parte del proyecto de la Línea 1 del Metro de Bogotá.” Sin embargo, desde el IPES indican que aquí si hay un trazado de las obras del Metro pero que la razón principal del desalojo fue el desacato de algunos vendedores informales que no querían cumplir la orden de traslado.